La incógnita del número real de casos en el mundo

El último informe del Programa de la ONU contra el sida (Onusida) calcula que hay actualmente 36,1 millones de personas infectadas por el virus del sida. Pero algunos hechos conocidos recientemente revelan la dificultad de obtener datos fiables en algunos países. China, por ejemplo, sólo reconoce oficialmente 22.517 seropositivos en todo el país, pero los expertos independientes calculan que, sólo en la provincia china de Henan, las prácticas imprudentes de compra de sangre pueden haber causado 'entre cientos de miles y un millón de casos'.

Y China no es el único país que falsea sus estadísticas oficiales. Los análisis del especialista norteamericano sobre el sida en el sureste asiático Chris Beyrer, de la Universidad Johns Hopkins, en combinación con algunas estimaciones de la ONU, acaban de demostrar que el 3,46% de los adultos de Mianmar (la antigua Birmania) están infectados con el virus, y que el año pasado murieron de sida 48.000 personas en ese país asiático, según recogía ayer The New York Times. Y, sin embargo, el Gobierno militar de Mianmar sólo reconoció 802 muertes por sida el año pasado.

'La cuestión de fondo', explica Beyrers en el diario neoyorquino, 'es que los conocedores de la epidemia en la región están muy preocupados sobre la situación en Mianmar'. El científico describió la actitud del Gobierno de ese país como 'silencio ominoso'.

No se trata de un problema técnico, ni de falta de recursos para hacer estimaciones fiables. Siguiendo el precedente de Tailandia, Mianmar empezó a medir la progresión epidemiológica del sida a mitad de los años ochenta. Y, según Beyrer, los responsables técnicos del Ministerio de Sanidad de Mianmar compilan estadísticas bastante precisas y fiables. Pero el régimen militar modifica después esas cifras para adaptarlas a la imagen que prefiere ofrecer.

El caso de la provincia china de Henan guarda ciertas similitudes con el de Mianmar. La magnitud de la epidemia en esa provincia trascendió a finales de mayo sólo porque siete habitantes de Wenlou, un pueblecito de Henan, recorrieron los 800 kilómetros que les separaban de Pekín y convocaron a escondidas a los periodistas occidentales de la capital china en un intento desesperado de llamar la atención sobre su tragedia. De los 800 habitantes de Wenlou, más de 500 están infectados por el virus del sida, y están muriendo a razón de 40 personas al año.

Los habitantes de Henan ni siquiera sabrían lo que es el sida si por el Gobierno chino fuera. Sólo el valor de una mujer, la ginecóloga retirada Gao Yaojie, ha permitido que tengan una noción sobre la enfermedad, y sobre cómo evitar su contagio. En pago por ello, el Gobierno chino ha prohibido a Gao salir del país.