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La oferta de camas para terminales está muy lejos de lo que pide la OMS

Frente a las 7,8 camas por cada millón de habitantes, Cataluña tiene 53,9 y Galicia 50

La asistencia paliativa es el último recurso que la medicina puede ofrecer a los pacientes con una enfermedad incurable avanzada que se enfrentan a una esperanza de vida inferior a los seis meses. Los especialistas reclaman la necesidad de aumentar los recursos destinados a estos pacientes apoyándose en dos argumentos difícilmente rebatibles, como la certidumbre de la muerte y el creciente envejecimiento de la población: en la actualidad los mayores de 65 años son ya más del 20% de la población. Hay otros datos que avalan la necesidad de impulsar estos servicios. Un 80% de los 9.000 enfermos terminales de cáncer -segunda causa de mortalidad en la mayoría de franjas de edad- que hay en las tres provincias valencianas sufren dolor y necesitarán asistencia para combatirlo. Junto a estos, los que padecen las últimas fases de las insuficiencias orgánicas -hepáticas, renales o cardiacas- o del sida son los que más necesitan los cuidados paliativos.

En la Comunidad sólo se cubre el 16,5% del número de camas recomendadas por la OMS para la asistencia especializada a terminales. Esta institución fija en 50 camas por millón de habitantes el ratio recomendable; sin embargo, las necesidades de las tres provincias valencianas estarían aún más descubiertas de adoptarse la oferta óptima a juicio de la Sociedad Española de Cuidades Paliativos (Secpal). La sociedad de cuidados paliativos ha elevado a 75 camas las necesidades a partir de la demanda creciente de estos servicios, según apunta su presidente, Antonio Pascual.

Desventaja

De acuerdo con el último informe de la Secpal, con datos de 1999, existen únicamente 32 camas, repartidas en el hospital de la Malva-rosa (10) y el Doctor Moliner (22 camas). Así, se ofrece asistencia a 7,8 personas por cada millón de habitantes, frente a las 50 o 75 recomendadas. Estos datos sitúan a la Comunidad en clara desventaja respecto a la mayoría de autonomías. A distancia se encuentran las 335 camas en Cataluña (con una cobertura de 53,9 camas por millón), Navarra con 29 camas y un ratio similar al catalán, Galicia, que suma 139 camas y una relación de 50,9 camas por millón, o el País Vasco, que tiene 91 camas y una oferta de 43,3 por millón de habitantes.

Sanidad es consciente del estado 'absolutamente deficitario' de la Comunidad, como lo define Pascual. En una respuesta parlamentaria del 20 de abril de 2001 admite como 'recursos específicos de cuidados paliativos' los de los hospitales Doctor Moliner y Malva-rosa. A ello suma los recursos de atención domiciliaria y que este año 'está previsto poner en marcha una unidad de referencia en el hospital la Fe con 25 camas'. Paradójicamente, el consejero Serafín Castellano señala que con este aumento -para el que Sanidad aún no ha movido pieza a mitad de ejercicio presupuestario, según fuentes del centro- 'la consejería tiene previsto alcanzar la cifra de 25 camas por millón [frente a las 50] que recomienda la OMS', cuando ni siquiera así se cubriría el expediente. Sanidad alude en la respuesta a la atención repartida en hospitales de media y larga estancia o de hospitalización a domicilio, una situación que critica la diputada socialista María José Mendoza ya que estas unidades, señala, carecen del mínimo de acreditación adecuada.

El escenario de los cuidados paliativos sería algo mejor si elConsell hubiera puesto en marcha los programas prometidos para combatir la falta de plazas. El ex consejero de Sanidad Joaquín Farnós, anunció en febrero de 1996 el proyecto RED, con un presupuesto de 1.000 millones de pesetas, destinado a alcanzar el medio centenar de camas para terminales entre los hospitales de la Malva-rosa y Peset Aleixandre de Valencia, el Provincial y la Magdalena de Castellón y San Juan de Alicante. Cinco años después, el plan -que incluso motivó la presencia en Valencia del entonces director de cuidados paliativo de la OMS, Jan Sternsward- sigue inédito. Y ello pese a que el presidente del Consell, Eduardo Zaplana abogó de forma explícita por el desarrollo de estos cuidados en La España de las Oportunidades,la ponencia que elaboró para el XIII Congreso Nacional del partido en enero de hace dos años.

Mientras, la Comunidad está también a la cola en tasas de consumo de morfina, uno de los principales indicadores de la calidad de la asistencia en los cuidados paliativos. Apenas se alcanzan los cinco kilos por millón de habitantes frente a los 10-15 de Cataluña y Canarias y a años luz de los países escandinavos o el Reino Unido, que alcanzan los 15 millones por millón de habitantes.

Cuidados paliativos bajo mínimos

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