Agricultura prohíbe el tránsito de ganado porcino en Castellón

El brote de peste porcina ha desatado gran preocupación en el sector ganadero valenciano, consciente de que es una enfermedad altamente infecciosa y sabedor de que aún se desconoce el foco primario del virus, lo que dificulta las medidas preventivas. La Consejería de Agricultura anunció ayer nuevas actuaciones con las que intenta evitar la propagación de una enfermedad que causaría importantes pérdidas en un sector con bastante peso en la economía, principalmente en el interior de Castellón. Así, Agricultura prohibió la entrada y salida de ganado porcino vivo en Castellón. Una prohibición que no afecta al ganado destinado al sacrificio, que se podrá trasladar a los mataderos de Valencia y Alicante que tengan medidas de desinfección. La Generalitat, además, inmovilizó 10 nuevas granjas. Con esta medida, son ya 41 las explotaciones paralizadas, 28 de ellas situadas dentro del cordón sanitario de 10 kilómetros que rodea el foco de peste porcina de Vinaròs.

La prohibición de trasladar cadáveres de cerdos fuera de las granjas y la retirada de la documentación que permite trasladar animales por la Comunidad son otras medidas establecidas. La titular de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin recordó que la peste pocina es un problema de sanidad ganadera, no de seguridad alimentaria.

La Unió de Llauradors pidió compensaciones a los ganaderos, que en un 70% de los casos trabajan en sistema de integración (para empresas productoras). El PSPV, por su parte, criticó que el brote se debe a la falta de prevención y pidió una explicación de Ramón-Llin en las Cortes. Una comparecencia que la consejera anunció para esta semana.