Economía quiere que empresarios y sindicatos impulsen los planes de pensiones privados

El Ministerio de Economía va a proponer a empresarios y sindicatos que se sienten a negociar fórmulas que permitan un mayor desarrollo de los planes de pensiones de empleo, con escaso éxito hasta ahora. La confianza en el sistema público y, últimamente, la baja rentabilidad de los fondos (negativa en los primeros meses de este año) han frenado su desarrollo. La apuesta por un sistema mixto obligatorio (de reparto y capitalización) está descartada, aunque se quieren dar incentivos, sobre todo a las empresas, para que lleguen a acuerdos con los trabajadores como una vía para moderar salarios.

El debate sobre las pensiones privadas saltó la pasada semana cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) dio a conocer un informe sobre España en el que recomienda que los sistemas privados de pensiones sean obligatorios. Es habitual que la OCDE alerte sobre los problemas derivados del envejecimiento de la población, pero en su último informe da un paso más al apostar claramente por un sistema mixto.

No se trata de complementar las pensiones públicas -que califica de 'muy generosas'- , sino de recortar éstas y que las prestaciones privadas hagan de colchón amortiguador. Las medidas de ajuste que propone van desde el aumento del número de años que se toman para el cálculo de la pensión (13 ahora, 15 en 2001 y probablemente más en 2003); elevar de 35 a 40 el número de años que dan derecho a una pensión; o reducir la relación entre el último salario y la pensión (ahora a partir del 86%).

Preocupación insuficiente Pero los avisos de que el sistema público peligra en un horizonte de no más de 25 años no han calado lo suficiente como para dar un impulso a los planes privados. En la actualidad, ocupan el tercer lugar por volumen de patrimonio acumulado, por detrás de los fondos de inversión y de los seguros de vida. Aún menor es el desarrollo de los planes de empleo (los que se suscriben entre una empresa y sus trabajadores), cuyo patrimonio a 31 de marzo del pasado año (16.600 millones de euros) es inferior al del sistema individual (21.300 millones de euros), según Inverco.

No obstante, respecto de marzo del pasado año, los planes de empleo han crecido un 30,08%, frente a un aumento del 9,33% en los individuales. Durante 2000, un 58% del aumento del patrimonio total de los fondos responde a los de empleo. Pero ésta es una situación excepcional, que obedece a la llamada externalización de los compromisos de pensiones anteriores a la ley actual; es decir, a la salida del balance de la empresa y el paso a una gestión externa. A pesar de que el plazo para que las empresas con fondos internos den este paso termina en noviembre de 2002 y de que disponen de 10 años para hacer las aportaciones para cubrir sus compromisos, ya se han externalizado en torno a un billón de pesetas.

Aunque bancos y cajas de ahorro no están obligados a externalizar sus compromisos de pensiones, son los que más han aplicado el decreto. La ventaja es clara, ya que pueden deducir del impuesto de sociedades esas aportaciones como un gasto. Ésta es una de las principales causas de que la recaudación del impuesto de sociedades haya aumentado sólo un 4,4% en abril de este año respecto del mismo mes del año anterior, cuando en los primeros meses del ejercicio crecía más del 100%.

Al margen de estas incorporaciones, el problema es que no se han producido prácticamente en estos años acuerdos para establecer planes nuevos en el marco de la empresa. Economía considera que ésta es una asignatura pendiente y por ello quiere que empresarios y sindicatos se planteen fórmulas que permitan un mayor desarrollo de estos instrumentos de ahorro a largo plazo. Se cree que ésta es una de las maneras menos traumáticas de abordar la reforma de las pensiones, además de ayudar en la lucha contra la inflación.