Irán ratifica su deseo de reformas con un voto masivo por Jatamí
El presidente derrota a los clérigos musulmanes conservadores con el 77% de los votos
Jatamí ha arrasado. Con una participación del 83%, según Radio Teherán, el presidente reformista de Irán ha logrado un segundo mandato respaldado por el 77% de los sufragios. Su triunfo estaba anunciado, pero existían dudas sobre si lograría revalidar la victoria de hace cuatro años, cuando 20 millones de iraníes le votaron en las presidenciales con mayor participación de la República Islámica (83,49%). A pesar de que el mandato popular no le garantiza el control de todos los resortes del poder, el aparato conservador tendrá que tomar nota del mensaje.
A pesar de que el mandato popular no le garantiza el control de todos los resortes del poder, el aparato conservador tendrá que tomar nota del mensaje. "Hace cuatro años, el voto a Jatamí fue un no al sistema; hoy ha sido un sí a las reformas que ha emprendido", asegura un analista político iraní que simpatiza con el cambio. El propio presidente ha reconocido en sus mítines la gran responsabilidad que supone esa confianza depositada en él. Muchos de sus votantes no creen que en los próximos cuatro años pueda ir mucho más lejos de lo que ha ido, pero le han votado "para no dar un paso atrás".
Mohamed Jatamí, un clérigo de 57 años, rostro sonriente y lenguaje cercano, ha mantenido su atractivo a pesar del "túnel de crisis" que reconoció haber atravesado durante su primer mandato. Su defensa de que una mayor libertad es compatible con el islam ha calado hondo entre los iraníes, en especial entre los jóvenes, que constituyen dos tercios de la población.
Abbas Mutamed, un jubilado de 70 años, niega que exista una brecha generacional en el apoyo a Jatamí. "Es el mejor presidente que hemos tenido desde hace 40 años", asegura tras recordar que, como miembro del bazar, él apoyó al Gobierno de Mosadegh (que nacionalizó el petróleo) y la Revolución Islámica de Jomeini. "Lo que pasa es que no le dejan actuar", explica. ¿Quiénes? "Todo el mundo lo sabe; los mismos que cierran periódicos y encarcelan a los reformistas", aclara en referencia a los conservadores.
Las zancadillas de sus oponentes políticos han incluido asesinatos de intelectuales, cierre de periódicos, votos de censura a sus ministros o el reciente encarcelamiento de varias decenas de reformistas. Pero, a pesar de la impotencia que Jatamí ha reconocido ante la actuación de la justicia (en manos de los conservadores) y de la crisis económica, los otros candidatos ni siquiera le han hecho sombra. El ex ministro de Trabajo Ahmad Tavakolí ha logrado un digno 14%, y el ministro de Defensa, Alí Chamjaní, en torno a un 3%. Los demás apenas han llegado al 1%.
"La campaña ha sido más fácil porque ahora la gente le conoce; ni siquiera hemos tenido que imprimir pósteres porque los simpatizantes se han encargado de ello", reconocía a EL PAÍS su hermano y jefe de campaña, Reza Jatamí. "El presidente ha logrado salvar el gran foso existente entre el Gobierno y el pueblo de Irán", explicaba como el mayor logro de su primer mandato, que concluirá el próximo agosto. Reza Jatamí, que fue uno de los diputados más votados en las pasadas legislativas, subraya además la ampliación de la libertad de expresión y el reforzamiento de la sociedad civil.
La prensa conservadora se limitaba a subrayar la alta participación y las palabras pronunciadas por el líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, quien, después de votar, afirmó: "Cada papeleta es un voto a la República Islámica y a su Constitución y tiene mucho valor para el país". Las grandes colas que se formaron en los colegios electorales obligaron a retrasar hasta cinco horas el cierre de las urnas en varias ciudades iraníes, entre ellas Teherán. Todos sabían de antemano que una alta participación favorecía al presidente Jatamí.
En algunos distritos se votó también para cubrir dos vacantes en la Asamblea de Expertos -que fueron ocupados por dos clérigos conservadores- y 16 escaños en el Parlamento, donde el partido liderado por Reza Jatamí, el reformista Frente de la Participación, logró situar a dos de sus candidatos, entre ellos una mujer, Azam Naseri. En Teherán, donde se votaba un escaño, también fue elegido un reformista, Rasul Montajab-Nia, cercano a Jatamí. Además de Naseri, los reformistas lograron colocar a otra mujer, Chahrban Jomeh, que se presentó en el principal puerto del golfo Pérsico, Bandar Abas.
Como ya viene siendo habitual desde el triunfo de Jatamí en 1997, cientos de personas tomaron anoche la calle Jordan para celebrar la nueva victoria del presidente reformista. Coches repletos de jóvenes, con las ventanillas forradas con retratos de Jatamí, recorrían la calle arriba y abajo haciendo sonar las bocinas y coreando consignas a favor de Jatamí. Hasta las dos y media de la madrugada, la policía observó sin intervenir la escena de júbilo. Pero pasada esa hora comenzó a cortar la calle y los semáforos fueron bloqueados para agilizar la circulación e impedir que los vehículos pararan y formaran caravanas. Era hora de poner fin a la alegría.
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