Rajoy prevé una intensificación del terrorismo callejero en municipios gobernados por el PNV

El ministro del Interior coincide con el consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, del PNV, en la importancia cualitativa de los sucesos de Bergara (Guipúzcoa) del pasado fin de semana. Cincuenta encapuchados bien organizados provocaron el pánico entre los vecinos de Bergara con la exhibición, además, de nuevas técnicas para la violencia callejera, como el uso de visores nocturnos para advertir de la llegada de la policía o de distintivos para evitar la introducción de topos policiales. Esta exhibición de nuevas técnicas es para el ministro una muestra de que ETA continuará en esta línea en las próximas fiestas veraniegas en el País Vasco.

El ministro cree que ETA también mantendrá sus atentados selectivos. 'Los terroristas van a seguir organizando episodios de violencia callejera, atentando contra bienes de personas y en su línea de atentados terroristas. Lo ha dicho ETA [en su entrevista al diario Gara] y lo que ha dicho confirma los datos que desgraciadamente tenía el Ministerio del Interior', dijo ayer Rajoy tras el Consejo de Ministros.

Sin embargo, el ministro cree que ETA no extenderá su línea de atentados a los del PNV, o al menos en su calidad de tales, pese al malestar que la banda terrorista ha expresado hacia ese partido por su alejamiento de Euskal Herritarrok (EH) -ayer mismo quedó fuera de la Mesa del Parlamento vasco por decisión del PNV- y de las tesis del pacto de Lizarra.

Rajoy sí cree que ETA, alternativamente, actuará con el instrumento de la kale borroka o violencia callejera especialmente en ayuntamientos gobernados por el PNV. El análisis político que dispone sobre el comportamiento de ETA le lleva a concluir que la banda pretende con el carácter indiscriminado de la violencia callejera -que puede afectar tanto a nacionalistas como no nacionalistas- crear un 'clima de alarma social, pánico e impotencia' para que los ciudadanos 'reclamen a las autoridades que cedan ante las exigencias de la banda terrorista'.

El Ministerio del Interior cree que ETA está pensando que las autoridades municipales nacionalistas pueden ser más permeables a esa presión de la banda armada.

Asimismo, la kale borroka tiene la particularidad para ETA de que es un reto dirigido directamente contra la consejería de Interior del Gobierno vasco, que es a quien corresponde la competencia de la seguridad ciudadana. También juega la banda armada con las contradicciones y las tensiones que ha suscitado la actuación de dicha consejería con la Administración central, la última de ellas con los sucesos de Bergara, donde la policía autónoma vasca se vió totalmente desbordada por los encapuchados de la banda terrorista y no pudo detener a ninguno.

Atentados selectivos El Ministerio del Interior tiene la convicción de que ahora que el PNV ha apostado por desmarcarse del nacionalismo radical y del brazo político de ETA (Euskal Herritarrok), la banda armada intentará impedir el acercamiento del nacionalismo democrático al bloque de partidos democráticos no nacionalistas, provocar divisiones entre los partidos y suscitar dudas en las bases del PNV por su nueva apuesta. Ahí es donde cree que jugará un 'papel sustancial' la violencia callejera por su carácter indiscriminado, aunque Interior cree también que continuarán los atentados selectivos tanto dentro como fuera del País Vasco.

En este sentido, Rajoy puso énfasis en ofrecer su colaboración al Gobierno vasco. El ministro dejó claro que en lo que a la violencia callejera respecta, su colaboración se limita al 'terreno informativo' porque 'la competencia es de la Consejería vasca de Interior'. Rajoy recordó que esa colaboración ha funcionado 'muy bien recientemente' en las elecciones vascas y con los escoltas.