'Se nos oculta el polvorín en que estamos inmersos'

Consuelo Elosua es miembro de la plataforma ecologista Lur Maitea, contraria a la política del Gobierno sobre el lindane. El Departamento de Medio Ambiente ha declinado responder a EL PAÍS a un cuestionario similar sobre los depósitos de seguridad.

Pregunta. ¿Por qué Lur Maitea se opone a los depósitos de lindane?

Respuesta. No nos oponemos a priori, sino a los depósitos realizados sin cumplir con la legislación vigente que, sólo atienden a especulaciones urbanísticas y económicas (Artea, aeropuerto, Erandio, Babcock), obviando y soslayando cualquier criterio medioambiental.

P. ¿Qué alternativa propondrían ustedes?

R. Insistimos, los depósitos de seguridad son perfectamente factibles. No lo son cuando, además de no cumplir con la legislación, se adosan a una ladera o a un río, pegados a los centros comerciales, o a los núcleos de población u hospitales y no digamos, entre ambas cabeceras de pista en el aeropuerto. Técnicamente, dicen que lo hacen muy bien. Pero, cuando algún equipo técnico (el Seprona, Grupo Mapfre, CSIC) ha accedido, exclusivamente por vía judicial, a cualquiera de esas obras se han demostrado y superado todas nuestras sospechas. Otra alternativa de escaso coste económico, y por tanto poco deseable para quien está manejando enormes sumas, sería la plantación de ciertos tipos de árboles. Hongos, bacterias y algas son capaces de biodegradar el lindane, ya sea en condiciones aerobias o anaerobias. También se produce una biotransformación del HCH en el tracto intestinal de algunas lombrices de tierra.

P. ¿No consideran suficientes las medidas de seguridad adoptadas?

R. Cuando hablamos del HCH, residuos radiactivos, altamente nocivos y peligrosos, la seguridad nunca es suficiente. Nos consta que existe mucha información en poder de nuestras autoridades que se oculta o manipula para que los ciudadanos no conozcan el polvorín en que estamos inmersos.

P. ¿Cree que habrá problemas en el futuro?

R. Sin duda. Los depósitos tienen una vida de 25 años. ¿Después qué? Eso suponiendo una perfección en su localización, construcción y mantenimiento de gran calidad.

P. ¿Las tres infraestructuras acometidas resuelven el problema del lindane?

R. No. Incluso en muchos casos la contaminación se ha extendido y trasladado o el problema se ha agravado. Creemos que estas infraestructuras sólo han servido a intereses especulativos. Y, desde luego, aquí quien contamina, no paga.