El abogado de Martínez duda de que el fiscal llame a declarar a su ex mujer

La fiscalía tenía a Sloane Millian en lo alto de su lista de testigos, pero su presencia en el tribunal se ha ido retrasando supuestamente por problemas personales o de horario. Sin embargo, Peter Raben está convencido de que en realidad el fiscal 'tiene miedo de lo que Millian pueda decir en el estrado', e incluso de cómo pueda comportarse, dado que se trata de una mujer temperamentalmente inestable, que, según el abogado, actuó contra Martínez por un ataque de celos. En la apertura del juicio, Raben definió a Millian como 'histérica, celosa y vengativa'.

La papeleta de la mujer es complicada: si testifica contra su ex marido puede volver a dar a los diez hombres y dos mujeres del jurado un elemento emocional decisivo en contra de él; si testifica a favor del preso español cometería perjurio, lo que se traduciría en pena de cárcel y pérdida de la custodia de sus hijas.

Sloane Millian ha dado indicios de que desea ayudar a su marido. Cada cierto tiempo, Millian lleva a sus hijas a la cárcel para que vean a su padre. Según Peter Raben, 'el testimonio de Millian y su personalidad inestable pueden ser altamente perjudiciales para la fiscalía'.

Este depredador de la abogacía está preparado para sacar contra Millian dos armas de peso. La primera es un vídeo con una entrevista en TV-3 en la que reconoce haber actuado obnubilada por los celos y presionada por el afán de la policía por cerrar el caso. Mentir a la prensa no es delito, pero su credibilidad quedaría por los suelos.

El segundo cartucho añade otro elemento de culebrón barato a un caso que ya de por sí se mueve en un laberinto de amores, sexo y traición: Sloane Millian inició una relación sentimental con el primer policía que acudió a su domicilio a recoger la denuncia contra su ex marido como sospechoso del doble asesinato. Si la fiscalía opta por no llamar a Millian para no entrar en un callejón sin salida, el testimonio de los policías que investigaron el caso se convertiría en el único que sostiene la acusación, a falta de pruebas físicas.

A Raben le preocupa que tres policías 'estuvieran mintiendo' cuando el viernes proporcionaron al jurado un testimonio que incrimina peligrosamente a Martínez: dijeron que se acordaban perfectamente de la conversación que mantuvo el acusado con su ex mujer en la que supuestamente mostró su miedo a ser condenado a la pena de muerte por lo que había hecho. Raben había tomado declaración a los policías hace algunos meses en la preparación del juicio, y todos reconocieron que apenas se acuerdan del contenido de aquella conversación; el abogado se preguntó cómo era posible ahora 'que hayan recuperado la memoria y reciten las mismas frases'. Él mismo se respondió: asegura que el testimonio de los agentes fue preparado por el padre de una de las víctimas.