Sentencia patética
La asociación Arrope quisiera dar su opinión referente a la patética y polémica sentencia emitida en Almería condenando a la cárcel a dos agricultores.
Hace unas semanas nuestro asombro no tenía medida por las actuaciones del Parlamento europeo, tras conocer esa patética sentencia condenatoria a un año de prisión y desmantelamiento de las estructuras que pesa sobre dos agricultores del Paraje de los Cortijillos de Fernán Pérez, el asombro llega a transformarse en franca irritación y clara desprotección legal y jurídica.
La susodicha sentencia la consideramos patética porque el mero hecho de que dos personas quieran trabajar en su tierra, que no la han robado a nadie, que su único delito es haber tenido sus tierras en una zona catalogada por otras personas como zona C2 (¡qué significa eso?), sin haber sido siquiera informados previamente, sin haber creado ni establecido un programa de desarrollo económico, actuación que venía igualmente impuesta por la misma ley que imponía la limitación de uso.
Patética porque vemos cómo cada día salen a la calle cientos de personas que incumplen reiteradamente la legislación vigente y atentan contra la vida y la propiedad de otras personas, y no son condenados a prisión.
Patética porque vemos cómo se ha hecho firme la sentencia, pues sus abogados no han sabido defender los intereses de sus clientes.
Patética porque estas instalaciones, tan necesarias en Almería, han sido construidas en la zona de ampliación del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, zona que fue ampliada ilegalmente y sin fundamentos geobotánicos ni endémicos. Como así lo reconoció don Hermelindo Castro: 'Es legal construir invernaderos en la franja de ampliación del Parque Natural'.
Creemos que hay una campaña de acoso contra la agricultura de Almería, y por encima de todas las evidencias criminalizamos lo que nos ha dado todo: la agricultura intensiva. Nadie ha ayudado a los almerienses, pero sí nos han puesto y nos están poniendo trabas. Y, por desgracia, los mismos almerienses ven la agricultura intensiva como el demonio. Patético. Justo es una justa ordenación, pero no una imposición o una expropiación encubierta con precio cero, como ha ocurrido en el Parque. Hay que mesurar el crecimiento de las explotaciones agrarias, pero dando alternativas reales.
Respetando la decisión judicial, sin que por ello la compartamos, a nosotros nos hubiera temblado la mano al firmar esta sentencia. (Ya se sabe eso de: 'La justicia es legal pero no justa'. Otro político dijo otra frase ya célebre: 'La justicia es un cachondeo').-
