El PSPV insta al Consell a autorizar el uso terapéutico del 'cannabis'

El único peligro que conlleva el cannabis es que la persona que lo consume puede ser detenida. Esta premisa, junto con las evidencias 'científicas y clínicas' sobre los beneficios que el uso de esta sustancia proporciona a determinados enfermos, están en la base de la propuesta presentada ayer por el Grupo Socialista-Progresistas de las Cortes Valencianas que insta al Consell a autorizar el uso terapéutico del cannabis.

La portavoz socialista de Sanidad, María José Mendoza, justificó la iniciativa porque existen evidencias científicas y clínicas sobre las posibilidades como medicamento del cannabis, pese a que es una sustancia ilegal, y señaló que los parlamentos catalán y balear han aprobado recientemente propuestas en ese sentido, en ambos casos con el apoyo del PP. Los populares valencianos se mostraron ayer cautos respecto a un posible apoyo a la iniciativa y señalaron que esperarán a conocer los estudios científicos antes de pronunciarse. Por su parte, EU mostró su apoyo a a la propuesta del PSPV. El PP rechazó hace poco una propuesta similar en el Congreso de los Diputados, aunque apoyó una enmienda que insta al Gobierno a impulsar los citados estudios.

En esta línea, el director general de Drogodependencias de la Generalitat, Bartolomé Pérez, se mostró ayer a favor del uso terapéutico del cannabis en los enfermos oncológicos, siempre que existan ensayos clínicos válidos y una evidencia científica mundial que avale su tratamiento.

La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó en 1999 un estudio según el cual el cannabis podría ser útil para aliviar síntomas como ansiedad, náuseas provocadas por la quimioterapia, pérdida de apetito en enfermos de sida o de memoria por Alzheimer (por su efecto neuroprotector), espasmos dolorosos en casos de esclerosis múltiple, subidas de tensión ocular provocada por glaucoma o el dolor producido por la migraña. Otros estudios han destacado su uso en casos de daños de la médula espinal.

Los detractores del uso terapéutico del cannabis señalan que con esta iniciativa se persigue su legalización para usos 'lúdicos', sin tener en cuenta que la morfina, derivada de un potente opiáceo, se utiliza habitualmente en medicina a pesar de que su utilización como droga está perseguido por la ley.