Las 1.000 imágenes que dieron gloria al Festival de San Sebastián

En el cajón de las fotografías que pesan sobre la memoria del Festival de San Sebastián no está su imagen gris. Se puede comprobar en la exposición que hasta el 17 de junio se muestra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que propone un juego entre el visitante y los objetos.

Los rostros sorprenden al visitante detrás de las puertas, dentro de unos cajones en los que Orson Welles sube unas escaleras del brazo de Fernando Rey, Audrey Hepburn eclipsa la noche con moño y diamantes, Alfred Hitchcock se apoya en una farola vigilado por una monja o Bette Davis levanta una mano liviana entre las pieles. También Leslie Caron se pierde en la arena de la playa de La Concha de largo y Sofía Loren deslumbra y desarma a unos grises que la custodian. En otra imagen se ve a Pedro Almodóvar, con cara de niño y corbata no muy llamativa, del brazo de Alaska, cuando se dio a conocer al mundo. Y unos ciudadanos donostiarras y niños en pantalón corto observan atónitos en plenos años cincuenta las luces de otro mundo bajo un cartel que anuncia Un tranvía llamado deseo.

La muestra ha sido diseñada por Carmen Izaga, que recibió hace casi tres años el encargo del entonces director del festival, Diego Galán, de hurgar en el archivo y seleccionar. Para poner los pies de foto, el crítico cinematográfico Jaume Figueras ha tirado de su memoria de notario del acontecimiento que cumplirá 50 años en 2002. Barcelona, Sevilla y A Coruña recibirán la muestra que ya estuvo montada en el Kursaal donostiarra durante seis semanas, en las que recibió 10.000 visitantes.