El tráfico en las autopistas crece un 17% y llega a los 40.000 coches diarios
Las dos concesionarias ingresaron 34.000 millones por peajes el 2000
El tráfico en las dos autopistas que atraviesan el País Vasco, la A-8 y la A-68, aumentó el pasado año en un 17% (casi 4.000 vehículos diarios más) y alcanzó una intensidad media diaria de cerca de 40.000 vehículos en los 179 kilómetros de su recorrido por la comunidad autónoma. Las dos empresas concesionarias ingresaron por los peajes más de 34.000 millones, según los datos aportados. Sin embargo, los resultados fueron diferentes: la A-8 aumentó sus ingresos un 6,5% por este concepto y la A-68 recaudó 3.000 millones menos, debido al acuerdo con el Ministerio de Fomento de reducción de las tarifas en un 40%, que está en vigor desde enero de 2000, a cambio del alargamiento de la concesión.
La autopista A-8, que comunica Bilbao con la frontera de Francia a lo largo de 106 kilómetros, tuvo un tránsito a lo largo del pasado año de más de 39 millones de vehículos, según los datos aportados por Europistas, la empresa concesionaria. Sin embargo, el dato de referencia utilizado con más frecuencia para medir el tráfico es la intensidad media diaria (IMD), que supone el número de vehículos al día que realizan todo el trayecto de la autopista (los 106 kilómetros en el caso de la A-8). 'Se suman los tramos que realiza cada vehículo, que suele ser una media de 22 kilómetros, y cuando se alcanza el total de la autopista, se contabiliza una IMD de un vehículo', explica un portavoz de Europistas. Por ello, la intensidad de 29.729 vehículos diarios registrada el pasado ejercicio se multiplicaría por varias veces, si se midiese por cada vehículo que utiliza la autopista.
La afluencia de la A-8 durante el pasado año supone un 4,82% de incremento respecto al ejercicio anterior, en el que la intensidad media diaria fue de casi 28.300 vehículos. En el caso de la A-68, que comunica Bilbao con Zaragoza, a través de Älava, La Rioja y Navarra, la afluencia media en el tramo que atraviesa Euskadi (hasta Miranda de Ebro, que totaliza 73 kilómetros) fue de 19.132 vehículos diarios, un 12,3% superior al ejercicio de 1999, cuando casi se alcanzaron los 16.800. De 1998 a 1999, en cambio, el aumento se quedó en la mitad, en un 6,5%.
El fuerte incremento del año pasado se explica fundamentalmente por la reducción del peaje en una media del 40% -para algunos alaveses puede incrementarse hasta el 75% en función del número de viajes, merced al peaje social- que entró en vigor en enero de 2000. La concesionaria, la Autopista Vasco-Aragonesa, accedió a la rebaja a cambio de que el Gobierno central prorrogase la concesión, que debía concluir en 2011, otros quince años más, hasta 2026, una decisión que ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo por la Diputación de Vizcaya.
Ingresos desiguales
Los ingresos por peajes de las dos concesionarias alcanzaron los 34.357 millones de pesetas. En la A-68 (en todo el tramo Bilbao-Zaragoza) se bajó el pasado año a 15.051 millones, casi 3.300 menos que en 1999, una reducción explicada por el fuerte descenso de las tarifas. Esta cifra es también inferior a la registrada en 1998, cuando la facturación fue de 16.385 millones.
La A-8, sin esa bajada de tarifas, continuó su fuerte subida y alcanzó los 19.306 millones, un 6,5% más que en 1999 y un 25% superior a 1997, cuando los ingresos por el peaje totalizaron 14.367 millones de pesetas. A diferencia de la Vasco-Aragonesa, la Bilbao-Behobia afronta los últimos años de concesión privada, puesto que concluirá en junio de 2003 y entonces pasará a las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya, que desde este año ya tienen también la titularidad de la A-8.
Ambas instituciones forales se encuentran enfrascadas ahora en el diseño de la explotación y gestión de la autopista. PNV y EA, partidos que gobiernan en Vizcaya y Guipúzcoa, pretenden persuadir al resto de los partidos de la necesidad de mantener el peaje. En cambio, las Juntas Generales de cada territorio, con los votos de la oposición, han aprobado resoluciones que exigen la gratuidad del vial.
El diputado vizcaíno de Obras y Transportes, José Félix Basozabal, se inclina por la reducción del actual peaje entre un 50 y un 60%, una vez que la gestión sea pública, mientras que el titular guipuzcoano de Transportes Antton Jaime, baraja incluso llegar al 70%.
Una nueva concesión en manos privadas tampoco está descartada a medio plazo. Hace dos semanas el diputado general vizcaíno, Josu Bergara, sugirió esta posibilidad, tras un periodo inicial de 'dos o tres años' en que el peaje sería gestionado por las instituciones públicas.
Aunque el peaje en la A-8 no se ha reducido como en la Vasco-Aragonesa, desde 1998 tiene tarifas más baratas para los usuarios habituales. Tanto la Diputación vizcaína como la guipuzcoana sufragan un peaje reducido, que supone descuentos de entre el 15% y el 33% sobre la tarifa actual, según el número de tránsitos.
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