Agricultura ignoraba que el Consell hubiera lanzado una campaña informativa sobre la carne de vacuno

Los distintos departamentos del Gobierno valenciano han estado descoordinados en la campaña informativa sobre carne de vacuno, concebida en su día para contrarrestar el impacto negativo de la crisis de las vacas locas. La campaña, dirigida desde Presidencia de la Generalitat, se lanzó el 17 de abril y concluyó a mediados de este mes de mayo, pero la consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin desconocía su existencia hasta el viernes de esta semana. De hecho, Ramón-Llin, habló de la paralización de la campaña ante la recuperación del consumo.

Fuentes del departamento autonómico de Agricultura explicaron el pasado viernes que la campaña informativa, presupuestada en más de 30 millones de pesetas, se ha llevado a cabo y ha consistido en la difusión en 3.500 puntos de venta de carne, de 6.824.000 de folletos informativos y de 27.400 carteles. La distribución de trípticos y carteles estuvo dirigida a garantizar al consumidor la calidad y seguridad de la carne de ternera que se consume en la Comunidad Valenciana.

La campaña se acordó a mediados del mes de enero en plena crisis de las vacas locas como fórmula para recuperar unas ventas que durante meses cayeron en picado. El consumo, sin embargo, se está recuperando y el pasado abril ya era del 90% en relación con el mismo mes del año pasado, según fuentes del sector.

El sector ganadero valenciano, no obstante, no ha sido informado oficialmente del lanzamiento de la campaña. De hecho, esta semana una parte del mismo aseguraba no tener noticias, directas o indirectas, de la iniciativa, mientras que otra parte asegura haber recibido información de algunos comerciantes sobre la difusión de folletos.

Las pérdidas medias por explotación agraria en la Comunidad durante la crisis de las vacas locas se estimaron en 500.000 pesetas, según las organizaciones agrarias. En la Comunidad existen 1.078 explotaciones, 579 de vacas de leche y nodriza, que concentran 22.178 animales y 499 de engorde, con 40.673 animales. Las pérdidas en todo el Estado ascendían a más de 38.000 millones de pesetas.