Científicos de la UPV ensayan con plantas capaces de regenerar suelos contaminados

Científicos del departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad del País Vasco (UPV) desarrollan plantas capaces, no sólo de crecer en suelos altamente contaminados con metales pesados, sino incluso de devorar las sustancias tóxicas. La nueva técnica permite recuperar los suelos de manera ecológica y barata, y constituye una alternativa a la limpieza o traslado y entierro de las tierras contaminadas.

Los resultados iniciales de la investigación serán expuestos el próximo mes de septiembre en el Congreso Forestal Español. Algunas empresas se han interesado ya por el novedoso sistema. El profesor Txema Becerril, director del equipo de investigación, explica que la misión de los arbustos es alimentarse y aniquilar la toxicidad que crece en los suelos contaminados.

Hasta fechas muy recientes las únicas técnicas empleadas en la recuperación de los suelos contaminados han sido caras y muy agresivas con el medio, además de alteradoras del ecosistema de forma irreparable. Sin embargo, los países más industrializados están mostrando un creciente interés en la utilización de plantas como agentes descontaminantes. Este sistema es el que los científicos llaman 'fitorremediación': una tecnología verde para reducir o eliminar la contaminación del suelo y que desde hace varios años está en auge en Europa y EE UU. 'Básicamente consiste en usar la capacidad que tienen esas plantas para tomar elementos tóxicos del suelo que normalmente no tomarían. Se sabe desde hace mucho que los contaminantes matan a las plantas y también que [el contaminante] pasa a la planta. Lo nuevo es la utilización de las plantas para implantar, revegetar un terreno, dejar que extraigan el metal y luego recogerlo', explica Becerril.

Abedul

El investigador y su equipo analizaron en una primera fase la forma de evitar que un contaminante que está en el suelo se traslade a través del agua, el viento o la erosión. El primer paso consistió en revegetar, poner una cubierta vegetal en lugares muy contaminados, como en las explotaciones mineras abandonadas en Vizcaya. 'Los primeros resultados con árboles frondosos de crecimiento rápido son muy interesantes. Ahora estamos en la segunda parte, y pretendemos ver cómo podemos acelerar el proceso de recuperación de lo suelos. Nos interesa que las plantas toleren una concentración muy alta de metales -hasta cien veces por encima del umbral de contaminación-, y que, además, que para vivir necesiten encontrar y extraer esas altas concentraciones'.

Becerril explica que deben ser plantas que crezcan con agresividad y produzcan mucha biomasa. Después se recogen las plantas que han absorbido el contaminante disperso por el suelo. 'Las plantas se incineran y sus cenizas se reciclan, se encapsulan o se guardan. Se puede decir que estas plantas son auténticos mineros, mineros muy selectivos'.

En los dos últimos años, el equipo de biólogos ha estudiado unas 60 especies de plantas y comprobado que los mejores resultados se obtienen con el abedul.