Una serie de fotografías tratadas por ordenador gana el premio San Prudencio

La muestra del concurso de fotografía San Prudencio ha reflejado una vez más la capacidad de convocatoria de este certamen, que reúne a fotógrafos de toda España y descubre, año tras año, a un puñado de aficionados que trabajan con la imagen a la altura de los profesionales. Así se desprende, por lo menos, de la selección de 40 imágenes hecha sobre las 593 obras presentadas por 173 participantes, que presenta el Archivo del Territorio Histórico de Álava (Miguel de Unamuno, 1) hasta el 10 de junio.

De la calidad de los trabajos enviados al concurso da fe Javier Soto, vicepresidente de la Sociedad Fotográfica Alavesa, y coordinador del jurado: 'Es la primera vez que no hay unanimidad en el premio de honor por la calidad de las fotografías que llegaron a la selección final'. Así y todo, Mario Cid Revuelta consiguió este preciado galardón, dotado con 200.000 pesetas, gracias a una serie de cuatro imágenes tratadas por ordenador, cuyo resultado el autor volvió a fotografiar posteriormente.

Objetos cotidianos

Cid Revuelta recrea objetos cotidianos (una cafetera, un colgador de papel higiénico) o situaciones habituales e, incluso, anodinas (una mujer durmiendo la siesta, por ejemplo) con el fin de recrearlas y ofrecerles una nueva virtud.

En otro ámbito se mueve Francisco Llop Valero, ganador de uno de los seis premios nacionales (dotados con 50.000 pesetas cada uno). Tampoco tienen nada que ver entre sí los otros cinco galardonados: Miquel Alba Martí, Jesús Jaime Mota, Carlos Seisdedos, Miguel David y José Torres. Sus obras atienden todos los estilos más frecuentados en la última fotografía: el retrato etnográfico, la composición, el paisaje o el microrretrato.

La exposición de Vitoria presenta la obra de estos ganadores, acompañada por otros premiados en los ámbitos local y regional. El premiado en este último apartado, Jon Rodríguez, participará en el concurso que realiza la Federación de Asociaciones Fotográficas de Euskadi.

Este año se ha exigido a los participantes que envíen sus fotos, de tamaño libre, encuadradas en tres formatos. Con este fin, la organización se asegura comprar marcos de sólo tres tipos. 'Y es todo un ahorro, porque todavía tenemos marcos de años anteriores que no nos sirven de nada', dice Soto.