_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Investigación

Lo cierto es que mi primera intención era escribir sobre AlCaja, sus presidentes Isidoro Beneroso y López Benjumea. Se llega a una fusión sin antes tener aclaraciones suficientes y convincentes de lo denunciado por el informe del Banco de España. Tampoco se sabe el alcance de la confrontación profunda que hay en el seno de los socialistas sevillanos. Y menos aún se entiende el silencio político de la consejera de Economía, Magdalena Álvarez. Los dos presidentes, Beneroso y Benjumea, quieren ahora tender puentes con el presidente Manuel Chaves, a quien le han endilgado ser el 'artífice de la fusión'. O mucho me equivoco o los dos tienen los días contados.

Pero realmente de lo que deseaba escribir era sobre los Premios Andalucía de Investigación que anoche se entregaron en Málaga. Ya EL PAÍS, en su edición de ayer, contaba a los lectores quiénes han sido los premiados. De todos ellos, me detengo en el concedido al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Quienes siguen esta columna saben que, desde hace tiempo, soy un acérrimo defensor de una de las joyas de Andalucía, no siempre valorada en los justos términos que se merece. O los aplastantes silencios sobre sus promotores, entre ellos Pedro Aparicio, el alcalde de Málaga que tuvo la visión de futuro que debe tener todo político. Y la apuesta que hizo la Universidad de Málaga para convertirse en el mejor valedor del PTA. En aquellos años muy pocas personas confiaban en su futuro. Aparicio, José Asenjo, Luciano Alonso, en Málaga, con Chaves y Jaime Montaner, hicieron una apuesta arriesgada y los frutos se llevan años recogiendo, gracias a una eficaz gestión de las estructuras y equipo que dirige Felipe Romera.

El PTA es, en España y quizás en Europa, uno de los más importantes semilleros de empresas, de investigadores, de iniciativas y fomento de la investigación que han encontrado en la Universidad de Málaga y la Junta de Andalucía una respuesta positiva, sobre todo porque en su gestión la acción partidista ha quedado cercenada desde un principio. El PTA es de todos y así debe seguir, gobierne quien gobierne. Y ahora que está en proceso de ampliación, pese a la crisis de las nuevas tecnologías, aún más.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_