Un nombre de digestión lenta

Los presidentes de las dos cajas han pasado meses urdiendo estrategias políticas y haciendo números con sus técnicos para lograr el máximo respaldo posible a la fusión. Convencidos de haber conseguido el respaldo de sus consejos de administración, Isidoro Beneroso (El Monte) y Juan Manuel López Benjumea (Caja San Fernando) convocaron un concurso restringido para dar con la guinda del pastel: la imagen de la nueva entidad.

El Monte y San Fernando eligieron a la consultora CIAC para dar con un nombre y un símbolo para la nueva criatura. AlCaja y un arco de siete dovelas fue la respuesta de la empresa, especializada en diseñar la imagen corporativa de cajas de ahorros (Caja Duero, CajaMadrid o Caixa de Catalunya entre otras).

López Benjumea y Beneroso no tuvieron ayer empacho en admitir que la elección les provocó dudas al principio. 'Voy a serles sinceros, yo era partidario de otro nombre', confesó el presidente de San Fernando ante los periodistas. 'Es un nombre que necesita ser digerido durante dos o tres días, pero que al final se queda', afirmó el máximo responsable de El Monte.

A estas reticencias iniciales, los presidentes de las cajas opusieron ayer su identificación final con la apuesta de la consultora para sustituir a dos denominaciones históricas. 'Ahora soy un forofo del nombre', indicó López Benjumea, mientras Beneroso destacó que AlCaja refuerza la creación de la nueva entidad como 'un nacimiento andaluz', ya que evoca los tiempos de Al-Andalus, un nombre al que los consultores asocian 'conocimiento, refinamiento, intensidad, excelencia y celebración de la vida'.

Con AlCaja, se perderán dos marcas históricas. Caja San Fernando nació en 1963, en un cambio de nombre de la caja de ahorros de la Diputación de Sevilla. Y El Monte surge de el Monte de Piedad de Sevilla, una de las instituciones de ahorro más antiguas de España, que comenzó a operar en 1842.