El director de 'El Comercio' recomienda no ceder ante las presiones del poder

Dentro de los actos conmemorativos del 25º aniversario de EL PAÍS, los Reyes entregaron ayer los Premios Ortega y Gasset de Periodismo, que distinguen la mejor labor informativa, escrita y gráfica desarrollada en el año 2000. Estos galardones, que han alcanzado ya la mayoría de edad, han recaído en el equipo de investigación del diario mexicano Reforma y en el fotógrafo de EL PAÍS Gorka Lejarcegi. El jurado otorgó un premio extraordinario al periódico El Comercio, de Lima, por su resistencia frente al régimen autoritario del ex presidente peruano Alberto Fujimori.

'¿Será verdad que el encallecimiento del alma es indispensable para curtir al periodista?', se preguntó Alejandro Miró Quesada, director de El Comercio, momentos antes de la entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. El responsable del periódico de Lima, que conoce de primera mano lo que es la defensa de la libertad de expresión, se contestó a sí mismo: 'Definitivamente, no'. La respuesta la encontró en la foto de la reina Sofía intentando consolar a los familiares de la tragedia de Soria, ocurrida en julio del año pasado.

Más emocionado se mostró al referirse a su diario, El Comercio, y a la 'lidia' por la defensa de la democracia en Perú, 'que, ¡por Dios!, tanto necesita'. Este premio obliga, en opinión de Miró Quesada, a continuar en la lucha por la libertad de expresión y a descubrir y denunciar a tiempo a quienes pretenden recortarla. '¿Cómo reconocerlos?', se preguntó de nuevo el director de El Comercio. 'Son groseros en su amedrentamiento, son vulgares en sus métodos, son viles en sus fines', dijo. Y fue en este momento cuando recordó a los periodistas peruanos, no sólo a los de El Comercio, que se mantuvieron independientes 'frente a la siniestra coacción de que fuimos víctimas durante la autocracia en Perú'.

Miró Quesada evocó la lucha por la libertad de prensa en los países latinoamericanos, donde, reconoció, 'no es un bien fácil ni barato'. 'Requiere ser labrada día a día, enfrentándonos a Gobiernos autócratas, a políticos ambiciosos, a autoridades abusivas y, también, a intelectuales ingenuos... En suma, a todos cuantos intenten arrebatárnosla'.

El director de El Comercio ofreció su propia receta: 'No ceder un ápice'. 'Sabíamos que de flaquear siquiera un poco ante el amedrentamiento, o ante cualquier otra de las tantas agresiones, nos tendrían sujetos... y de ahí en adelante la caída hacia la claudicación completa sería en picada'.

Con sus 162 años de vida, El Comercio, de Perú, ha sobrevivido a más de una intentona para acallar su voz. La última ha estado protagonizada por el régimen dictatorial de Fujimori. Pero el centenario periódico limeño ha vencido las presiones económicas, las coacciones políticas y los empeños por amordazar la libertad de prensa en el país latinoamericano.

A la hora de otorgar el premio extraordinario de la 18ª edición de los Premios Ortega y Gasset, los más prestigiosos del periodismo de habla hispana, el jurado ha valorado 'la prolongada trayectoria' del diario fundado en 1839 y su 'resistencia' al régimen autoritario del ex mandatario peruano, así como su contribución a la formación de 'una opinión pública libre, garantía esencial de toda democracia'.

Con su director, Alejandro Miró Quesada, a la cabeza, El Comercio destapó la falsificación por parte de Fujimori de miles de firmas para poder inscribir en las elecciones presidenciales a la coalición del entonces mandatario peruano. Esta investigación ha sido especialmente valorada por el jurado.