_
_
_
_
_

El conflicto entre España y Alemania amenaza la ampliación de la Unión Europea

Los ministros de Exteriores Piqué y Fischer logran mínimos avances en una entrevista bilateral

Carlos Yárnoz

'Hemos intentado buscar una solución', comentó ayer tras su entrevista con Fischer el ministro español, quien reconoció que 'se seguirá hablando', dado que ayer no se pactó nada. Es más, una fuente oficial alemana aseguró que Alemania no está dispuesta a aportar más dinero para que pueda haber ayudas como las de ahora para miembros actuales, como España, y para los que se incorporen en el futuro. 'Cuando hablemos del reparto', amenazó, 'la negociación con España será muy dura y muy tensa'.

Pero eso será dentro de varios años, dado que las actuales ayudas ya están fijadas hasta 2006. Ahora, lo que España quiere es 'un compromiso' de los Quince para que reconozcan que el problema español debe ser tenido en cuenta. De entrada, Madrid buscaba que se hablara de ese contencioso y Piqué ha cumplido. En el capítulo dedicado a la ampliación, los ministros preveían hablar casi exclusivamente sobre la pretensión de Alemania y Austria de aplicar a los países candidatos, por miedo a una emigración masiva, una moratoria de siete años a la libre circulación de personas.

Más información
El miedo a la inmigración frente al temor a perder ayudas
'España debe aceptar el calendario de la ampliación'
Alemania rechaza la propuesta de Aznar para que España siga recibiendo fondos europeos
Schröder critica 'la prisa' de Aznar para debatir la financiación regional
ENCUESTA: Opine sobre este tema

Pero Piqué impuso su tesis frente a Berlín y, al término del encuentro, no sólo se había abordado la cuestión sobre la mesa, sino que casi todos los ministros se habían pronunciado al respecto públicamente. 'Hemos conseguido convertirlo en una cuestión para los Quince', declaró Piqué. El ministro repitió a sus colegas el mensaje enviado hace dos semanas por el presidente español, José María Aznar, a Bruselas: hay que buscar 'cuanto antes' una fórmula para 'aminorar o incluso neutralizar' el hecho de que España perdería buena parte de las ayudas comunitarias que recibe porque los países que entren en la UE son más pobres.

Para el jefe de la diplomacia española, 'es de sentido común' el planteamiento español y hay que abordarlo 'desde ya'. A la vez, advirtió de que, una vez oídos los argumentos alemanes, 'siguen sin convencerme', comentó, de la supuesta necesidad de establecer la citada moratoria. Para Berlín, 'no se puede relacionar una cosa con otra', como señaló un portavoz alemán. Pero Madrid lo hace, aunque oficialmente lo niegue, y advierte de que sólo será 'flexible' si los demás lo son con su problema.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Apoyo de Italia y Grecia

Por unos motivos u otros, con España se alinearon Portugal, Grecia e Italia (también grandes receptores de fondos), Francia (que luego espera el apoyo español en política agrícola) y Holanda. Estos países defienden que la negociación sobre la ampliación no debe cerrarse paso a paso, problema a problema, sino que debe haber un acuerdo final que englobe todo. 'Los acuerdos concretos quedarán condicionados al pacto final global', dijo explícitamente el ministro francés, Hubert Vedrine, que a toda costa quiere evitar que Berlín solucione cuanto antes su problema para negociar con las manos libres la futura política agrícola común que tanto preocupa en París.

Alemania es apoyada por Austria, Reino Unido, Finlandia, Bélgica y Dinamarca. En medio, la Comisión Europea se muestra sensibilizada con las preocupaciones españolas, pero a la vez se cierra en banda ante la pretensión de Madrid de adelantar el calendario, dado que los jefes de Estado de los Quince aprobaron el pasado mes de diciembre que el problema de los fondos comunitarios se aborde en el primer semestre de 2002, durante la presidencia española de la Unión Europea. 'El calendario se debe cumplir estrictamente', aseguró ayer el presidente de la Comisión, Romano Prodi.

El Gobierno español no sólo quiere adelantar la discusión, sino que incluso Piqué anunció el sábado que, antes de que acabe el mes de junio, quería un compromiso de los Quince de que tendrán en cuenta el problema español.

Fue en este punto en el que ayer cedió ante el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer. Tras la entrevista con éste, Piqué rectificó y declaró que es posible que la moratoria para frenar supuestamente la emigración se apruebe en junio y, en cambio, no quede suscrito el citado compromiso hasta los meses siguientes.

El ministro de Exteriores español, Josep Piqué, con sus homólogos de los países candidatos, ayer en Nyköping.
El ministro de Exteriores español, Josep Piqué, con sus homólogos de los países candidatos, ayer en Nyköping.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_