Las estadísticas de los trasplantes

Leo con detenimiento el artículo en el que don Enrique Costas Lombardía (EL PAÍS, 27 de abril) pone en duda la solidez de nuestro sistema de trasplantes, así como la información que damos al ciudadano, y ciertamente agradezco la ocasión que me brinda. Es bueno saber en qué puntos hay que incidir al informar y, honradamente, no pensaba yo que las retribuciones laborales de nuestros profesionales formasen parte del así llamado 'ocultismo informativo'. Los profesionales españoles dedicados a los procedimientos de donación y trasplante se cuentan entre los mejores del mundo, por eficiencia en su trabajo y por eficacia en sus resultados. Tienen unas retribuciones laborales como cualquier trabajador en nuestro país, con la nota añadida de que no son retribuciones opacas, sino perfectamente públicas y transparentes. Los sistemas retributivos están publicados en los boletines oficiales de las comunidades autónomas o las circulares de los servicios de salud.

Las actividades de donación y trasplantes son, en su mayoría, procedimientos urgentes que se llevan a cabo fuera del horario laboral normal, por lo que se retribuyen de forma extraordinaria, de la misma manera que las cirugías o los procedimientos diagnósticos no ordinarios (comúnmente llamados peonadas) que se hacen para reducir las listas de espera.

Todos los días se llevan a cabo entre tres y cuatro procedimientos de donación multiorgánica, de los que se derivarán entre 10 y 15 trasplantes de órganos sólidos, involucrando a unos quinientos profesionales. Cada uno de ellos discurre en un espacio de 20-22 horas de media, lo cual significa que cuando un coordinador o un equipo de trasplantes (vuelvo a repetir, profesionales de primerísima línea) son avisados, tienen por delante una larga y dura jornada laboral, a lo que añadirán después su tarea asistencial normal. Está claro que nadie hace eso por dinero. Obviamente, no se puede afirmar que este dispositivo al servicio de la donación y el trasplante 'se engrasa con dinero'; se engrasa con la solidaridad de los ciudadanos y el buen hacer de los profesionales. Si por dinero fuera, otros países con más poder económico y que de hecho dedican muchos más recursos a la sanidad que nosotros podrían tener tasas de donación y trasplante muy superiores.

En nuestro país, los diferentes equipos de responsables sanitarios que ha habido y hay en las consejerías y en el Ministerio de Sanidad han entendido siempre que los trasplantes son una prestación sanitaria que estamos obligados a ofrecer. Son terapéuticas consolidadas a las que el ciudadano tiene derecho, igual que a ser tratado de cualquier otra dolencia, y no son incompatibles con ninguna otra prestación. No se deja de hacer ningún tipo de asistencia por que en un hospital determinado haya donantes de órganos o programas de trasplantes. Los enfermos agudos, crónicos, graves y leves son atendidos igualmente, obviamente siguiendo diferentes niveles de priorización que, naturalmente, sientan los equipos médicos. Además, los trasplantes no son una carga económica para la asistencia sanitaria. Sólo con el dinero que con los trasplantes renales se ahorra cada año en costes corrientes de tratamientos de diálisis para pacientes renales crónicos se podría cubrir dos veces el coste anual de nuestro sistema de extracción y trasplantes de órganos y tejidos.

Los ciudadanos que viven en este país disponen del mejor sistema de trasplantes del mundo, sistema que se basa en la conjunción de la colaboración ciudadana y del trabajo técnico y preparación de los profesionales. Programas técnicos desarrollados en España, novedosos y eficaces, que hemos presentado no sólo en los foros científicos más prestigiosos del mundo, sino también en diversas instituciones de índole administrativa y política de muchos países. Los ciudadanos saben que la ONT, esto es, el colectivo de profesionales dedicados a los procedimientos de donación y trasplantes, tiene un compromiso de calidad y servicio con ellos. Los ciudadanos saben que disponen de nuestra voluntad de trabajo. Nada nos va a desanimar; seguiremos creyendo profundamente en lo que hacemos y continuaremos dando las mejores horas de nuestras vidas por cualquier ciudadano de este país que nos pueda necesitar.-