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Protos lleva el vino de Peñafiel a medio mundo

Protos, la primera bodega que se instaló en la Ribera de Duero, acomete desde hace tres años un proyecto de expansión que ya la ha situado en 25 países europeos, asiáticos y americanos. Tal proyección mundial ha obligado a esta histórica bodega a destinar el 30% de sus más de tres millones de botellas anuales de producción a esos mercados.

Protos, que significa primero en griego, nació en 1927, de la mano de 11 familias de viticultores de Peñafiel (Valladolid). Con una visión moderna, poco acorde con su época y área geográfica, estas familias, conscientes de la bondad de sus viñedos, introdujeron en la elaboración del vino criterios empresariales y de la calidad que han perdurado hasta hoy. El reconocimiento a esos criterios enológicos se produjo desde el mismo año de la fundación. La cosecha de 1927 y la de 1928 recibieron el Gran Premio en la Exposición Universal de Barcelona de 1929, y un año después la Medalla de Oro que acredita la distinción y el reconocimiento a la calidad desde el origen.

Desde su fundación hasta nuestros días, Protos ha sido el auténtico dinamizador del entorno económico de Peñafiel. Tiene 270 socios y en su equipo directivo está la cuarta generación de las familias fundadoras. Algunos de sus socios, han constituido nuevas elaboradoras y casi toda la uva de este punto geográfico en la Denominación de Origen (DO) se entrega anualmente a los lagares de Protos. La bodega produce el 10% del vino con esta denominación de origen.

Bajo el castillo

Protos, con 40 trabajadores que atienden diariamente la conservación de la bodega, y el viñedo, con más de 800 hectáreas, ha facturado el pasado ejercicio más de 1.800 millones de pesetas gracias a la elaboración de vino joven, crianzas, reservas y grandes reservas. Protos, que históricamente no elabora esos caldos cuando la calidad de la uva no tiene el nivel establecido por sus servicios técnicos, tal y como ocurrió con las últimas cosechas de 1993 y 1997, ha llevado a cabo una, nunca mejor dicho, profunda renovación de sus instalaciones de almacenaje y elaboración. Con una inversión superior a los 800 millones de pesetas, se han excavado en el interior de la bodega tres nuevos niveles en la falda del castillo del Infante Don Juan Manuel, con departamentos de 2.000 metros por planta, que son utilizados como dormitorio de botellas, planta de almacenaje, embotellado y crianza en barricas. Gracias a la excavación, la temperatura no supera los catorce grados en todas las estaciones del año y posibilita la estabilidad térmica de los caldos en la crianza.

La bodega, que está dirigida por un consejo rector y que va a celebrar en 2002 su 75 aniversario, se plantea como objetivos más inmediatos: 'estabilizar el nivel de exportación, aumentar la calidad, prestar un mejor y más completo servicio a los clientes y elaborar un vino muy especial de la zona de Peñafiel', según el presidente de Protos, Justiniano Bayón.

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