La cédula de Carlos III
Lejos de haber encuentro, lo que hubo en el descubrimiento y la conquista de América fue 'un encontronazo, un choque brutal y destructor, un verdadero allanamiento'. Es la opinión de Rafael Sánchez Ferlosio, expresada en su libro Esas Yndias equivocadas y malditas (Destino, 1994). En ese libro se transcribe, en lo sustancial, la norma con la que en 1769, casi tres siglos después del descubrimiento, se 'formula por primera vez el monolingüismo obligatorio en América'. Se trata de una Real Cédula dictada por 'el ilustrado y absoluto' rey Carlos III 'para que de una vez se llegue a conseguir que se extingan los diferentes idiomas y sólo se hable el castellano'.
El Rey toma su decisión en contra de la opinión del Consejo de Indias, que rechazó la propuesta de obligatoriedad del castellano formulada por el arzobispo de México, Francisco Antonio Lorenzana: 'No ha habido nación culta en el mundo', decía éste, 'que cuando extendía sus conquistas no intentase hacer lo mismo con su lengua'.
Hubo otros intentos, por lo que se ve fallidos, de lograr el monolingüismo del castellano. A uno de ellos se refiere Xavier Rubert de Ventós en El laberinto de la hispanidad (reeditado por Anagrama en 1999) y tiene como protagonistas a los jesuitas, enfrentados a la Corona. En lo que ahora es Paraguay, los jesuitas 'se levantan no sólo contra el 'espíritu capitalista', sino también contra el 'espíritu castellanista', dice Rubert, que precisa: 'Defienden el guaraní frente a la política de unificación lingüística de la Corona en sus instrucciones a los virreyes de 1550'. El enfrentamiento llega a hacerse armado 200 años después, dice Rubert, cuando por el tratado de Madrid de 1750 la Corona cede a Portugal los territorios donde estaban las misiones del Orinoco, el Amazonas y el Uruguay. 'La caballería volante guaraní vence a las tropas aliadas españolas y portuguesas que pretenden cumplir el tratado y las obliga a firmar el armisticio de 1754, cuyo original, para más inri, está redactado en guaraní'.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.