Inclán rechaza liberalizar la apertura de las farmacias como en Navarra

El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán descartó ayer llevar a cabo una liberalización de la apertura de farmacias como la que ha aplicado recientemente Navarra. Según Inclán, Euskadi cuenta con un buen modelo, emanado de la Ley de Ordenación Farmacéutica vasca aprobada en junio de 1994, que ha ofrecido unos resultados satisfactorios hasta el momento.

El consejero expresó esta opinión instantes después de firmar con los responsables de los colegios de farmacia de la comunidad el concierto que regulará la prestación farmacéutica en Euskadi desde 2001 hasta 2004. El objetivo de este concierto no es tanto reducir el gasto en medicamentos, que ya se acerca a los 60.000 millones de pesetas al año en el País Vasco y parece imparable en toda España, sino que el servicio se preste con eficacia y con garantías de calidad para el usuario.

Aunque Inclán expresó su respeto por el controvertido modelo farmacéutico implantado en Navarra (primera comunidad española que liberaliza las farmacias), consideró que la ley vasca satisface todas las necesidades de la población. En la actualidad, Euskadi cuenta con 800 oficinas de farmacia. La ley establece que en las zonas urbanas debe existir una oficina por cada 3.200 habitantes y en las rurales, una por cada 800 personas. En los pueblos con menos de 800 vecinos deben instalarse botiquines que, si bien no pueden prestar el mismo servicio que una farmacia, sí pueden servir los productos más comunes. La distancia que debe existir entre una farmacia y otra es de 250 metros como mínimo.

De esta forma, la única manera de abrir un negocio de farmacia en Euskadi es cuando el titular de una oficina decide traspasarla (un proceso que está supervisado y tutelado por el Gobierno) o bien a través de una concesión administrativa cuando un núcleo urbano crece y se crean nuevas necesidades.

A la firma del concierto también asistió el presidente del Consejo General del Colegio de Farmacéuticos de España, Pedro Capilla, quien advirtió que el sistema de liberalización aplicado en Navarra no es el mejor. 'Un mayor número de farmacias no supone un mejor servicio', señaló.

El nuevo convenio para la prestación farmacéutica es la culminación de una negociación que ha durado seis meses. El anterior finalizó en diciembre de 2000 y era urgente, según Sanidad y los colegios, disponer de otro marco de actuación. Según los cálculos del departamento, en los próximos cuatro años la comunidad autónoma gastará alrededor de 250.000 millones de pesetas en medicinas.

Además de introducir un control más exhaustivo por parte de la Administración sobre la gestión de las recetas, el concierto introduce, como novedad frente al resto del país, un precio único tanto para los pañales que se dispensan a los ancianos que padecen incontinencia urinaria como para los preparados alimenticios que se suministran a los enfermos con problemas de deglución o con trastornos metabólicos.