Zapatero exige mantener la elección del Poder Judicial en el pacto por la Justicia

Tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, como José Luis Rodríguez Zapatero, hablaron ayer por separado de su voluntad de llegar a un gran pacto de Estado sobre la reforma de la Justicia aunque ambos pusieron condiciones que en principio lo hacen difícil. Aznar hizo algunas advertencias en esta materia en la clausura de la convención nacional del PP para explicar su gestión de este primer año de gobierno de su segunda legislatura en el poder. Zapatero eligió el marco de unas jornadas de su partido sobre La Justicia en España para el siglo XXI, organizadas por el responsable del área de Libertades Públicas, Juan Fernando López Aguilar, a las que asistieron jueces, magistrados, fiscales, auxiliares, oficiales y personas del resto de los cuerpos y operadores jurídicos.

El líder del PSOE abogó por ese pacto de Estado para cuya consecución trabajan desde hace semanas una delegación socialista con otra gubernamental encabezada por el ministro de Justicia, Ángel Acebes. Rodríguez Zapatero puso 'cuatro condiciones' para hacer realidad el pacto cuyo desarrollo discurre por buen camino pero que choca con la misma piedra de siempre, cual es la forma de elegir a los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Las reformas deben tener como último y único sentido el servicio a los ciudadanos; provisión de plazas para jueces y fiscales y de todos los cuerpos que forman la arquitectura jurídica acompañado de una subida muy notable de los recursos económicos y el compromiso del Gobierno de trabajar por un impulso para conseguir 'un orden jurídico internacional' efectivo.

No hay demasiados obstáculos en estas materias respecto a las que los negociadores van avanzando a buen ritmo. Junto a los avances se produce el parón sobre la elección del CGPJ.

Zapatero eludió detalles pero sus consideraciones respecto a que la Justicia emana del pueblo y son sus representantes los únicos legitimados para elegir al gobierno de los jueces no dejaron dudas de que no acepta la fórmula de que sean ellos los que designen al CGPJ privando de esta facultad al Parlamento. 'Cualquier fórmula que no sea traslación de la voluntad emanadora del pueblo representa un profundo retroceso y el mejor camino para que nunca en España podamos tener una justicia eficaz y moderna'.

Igual de tajante se mostró el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la defensa de su modelo, todo dicho, al igual que Zapatero, de manera implícita y sin llamar a las cosas por su nombre. 'Si se pretende reducir esa negociación a un reparto de sillones, según les salga los números a su favor o en contra a cada partido, ahí no vamos a estar'. Con el actual sistema los grupos parlamentarios proponen a los miembros del CGPJ en función de su representación numérica en las urnas y lo someten a la aprobación del Parlamento.

Visión 'espirituosa'

Aznar, en el apartado que dedicó ayer a sus compromisos cumplidos en este primer año de gobierno en materia de Justicia, dirigió toda una andanada de fondo hacia la actuación reciente de la Junta Electoral Central al conceder finalmente espacios gratuitos en los medios públicos a la coalición PNV-EA en contra del criterio de la Junta Electoral del País Vasco. Aznar apostó ayer por 'reforzar' al máximo las instituciones, y también las judiciales, para evitar situaciones 'tan poco razonables como que la ley no se aplique'. Aznar ironizó incluso sobre la calificación por parte de algunos partidos del comportamiento 'tolerante e inteligente' de los miembros de esa Junta por no aplicar la literalidad de la ley electoral. Y cuestionó uno de los términos empleados por los magistrados cuando señalaron que hacían una interpretación 'espiritualista' de esa ley para lamentar esas visiones 'espirituosas'.