Bush defenderá a Taiwan ante un eventual ataque de China
Alemania y Holanda anuncian que no fabricarán ningún submarino destinado a la isla
Bush abandonó ayer la vieja ambigüedad estadounidense y declaró a la cadena ABC que EE UU 'hará lo que sea necesario' para defender a Taiwan. Preguntado si eso significa que existe una obligación estadounidense de proteger militarmente a la isla, Bush respondió: 'Sí, existe, y los chinos deben comprenderlo'. Sus predecesores jamás habían ido tan lejos en unas declaraciones, aunque en 1996 Bill Clinton envió fuerzas navales al estrecho de Taiwan después de que el Ejército chino efectuara prácticas de lanzamiento de misiles para intimidar a Taipei.
Bush, que ayer concedió varias entrevistas sobre este asunto, intentó equilibrar las cosas. En una conversación con The Washington Post anunció que ha comunicado a Taiwan que ya no disfrutará del privilegio de que anualmente Washington revise sus necesidades armamentísticas. También declaró: 'No veo a China como un enemigo; la veo como un socio en algunos asuntos y como un competidor en otros'.
Para Pekín, la decisión de Bush de venderle un buen paquete de armas a Taiwan, consistente en varios destructores, submarinos y aviones antisubmarinos, pero que no incluye el sistema Aegis de defensa contra misiles, va a causar 'daños devastadores' a sus relaciones con Washington, según la carta de protesta que ayer recibió el embajador estadounidense, Joseph Prueher.
Los submarinos norteamericanos que recibirá Taiwan son para Pekín, que los considera armas ofensivas, el elemento más inquietante de esa venta. Alemania y Holanda se apresuraron ayer a anunciar que no fabricarán ningún submarino destinado a una isla considerada por Pekín 'una provincia rebelde'.
'No se ha efectuado ninguna solicitud para este envío, que tampoco sería autorizado', afirmó el consejero de política exterior de la cancillería, Michael Steiner. Alemania remite a las nuevas directrices sobre la exportación de armas adoptadas por el Gobierno rojiverde, que restringe los envíos y los hace depender del estricto cumplimiento de los derechos humanos en los países receptores. Las directrices excluyen también vender los planos de los sumergibles a EE UU para que compañías norteamericanas los fabriquen allí. Un portavoz de la Casa Blanca admitió ayer que Washington aún está al 'inicio del proceso' para determinar dónde se fabricarán los submarinos. Otra posibilidad sería que fuesen producidos en Holanda. También allí, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha anunciado que no dará su visto bueno.
La reticencia europea tiene mucho que ver con el temor a sanciones comerciales por parte de China, que considera los submarinos un armamento ofensivo dirigido en su contra. Ya a inicios de los años noventa, Pekín privilegió con sus pedidos industriales a Alemania, y no a Francia, después de que París vendiera armamento a Taiwan. Alemania tiene grandes intereses comerciales en China. Su multinacional Siemens, por ejemplo, facturó allí 2.800 millones de euros (466.000 millones de pesetas) en el ejercicio 1999-2000.
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