Aznar advierte a la UE de que la ampliación no debe recortar los fondos de España

El presidente del Gobierno, José María Aznar, remitió ayer un memorandum a los órganos rectores y Estados miembros de la Unión Europea, en el que pide que tengan en cuenta la necesidad de neutralizar la pérdida de fondos comunitarios que el ingreso de nuevos países del Este puede suponer para algunos socios actuales y en concreto para España. La misiva del presidente español tiene como contexto dos negociaciones, las ya en curso para la ampliación y las del próximo paquete financiero, que entrará en vigor en el 2007, que se rigen por consenso y en las que España tiene, por tanto, derecho de veto. Fuentes gubernamentales indicaron anoche, sin embargo, que la carta de Aznar debe ser entendida como una 'aportación constructiva' al proceso comunitario, y no como una amenaza.

Las mismas fuentes destacaron, en ese sentido, que el memorandum había sido remitido directamente a los primeros ministros de Portugal, Italia y Grecia, por ser receptores netos de fondos comunitarios y, por tanto, especialmente interesados en el problema, y al presidente de turno de la UE, el primer ministro sueco Goran Persson, y al presidente de la Comisión, Romano Prodi, con ruego de que la hicieran llegar al resto de los socios.

Reducción de renta

La preocupación central de la carta radica en el hecho de que la entrada de nuevos socios, algunos de ellos en situaciones precarias, como Rumanía o Bulgaria, va a implicar una reducción de la renta media de la UE, que es el índice que regula la distribución de los fondos destinados a facilitar una equiparación progresiva de los niveles económicos de los países miembros. Perciben fondos de cohesión los países que no llegan al 90% de la renta media comunitaria, y otros fondos de ayuda las regiones cuya renta no alcance el 75% de la media. Es probable que España deje de recibir transferencias por el primer concepto para el año 2006, ya que su renta media se situó el año pasado en el 83,1% de la comunitaria, pero varias de sus regiones seguirán teniendo derecho durante bastante tiempo a los fondos regionales.

Esta situación cambiaría, en cualquier caso, radicalmente, en cuanto la renta media comunitaria descienda. Para evitarlo, se han barajado varias alternativas, a las que se alude en el memorandum. Una de ellas sería que a los socios actuales se les siga aplicando una renta media calculada sobre la base de sólo quince socios, y que se establezca otro baremo para los que vayan llegando.

Aznar, según las fuentes consultadas, ha estimado oportuno dejar ya clara esta posición, porque los países candidatos, que piensa visitar en su totalidad antes de asumir el próximo mes de enero la presidencia de turno de la Unión, transmiten una preocupación constante por la posibilidad de que no haya fondos estructurales para ayudarles si España y los demás receptores netos mantienen su actual nivel de ayudas.