Los arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz renovarán el Rijksmuseum holandés

Hace poco más de año y medio, un informe encargado por el propio museo lanzó la voz de alarma. El Rijksmuseum, el mayor museo de Holanda que expone las más brillantes obras pictóricas el Siglo de Oro, además de albergar otras importantes colecciones de arte decorativo, arte asiático y grabados de pinturas holandesas del XIX, adolecía de grandes problemas. Tras 115 años de existencia, y algunas poco logradas reformas, el magnífico edificio gótico originalmente concebido por el arquitecto holandés Pieter Cuypers -denominado a menudo la 'catedral del arte'- adolecía de graves problemas, capacidad y falta de luz, y se había convertido en una especie de laberinto que hacía muy difícil la orientación.

A pesar de que en los debates iniciales fueron numerosas las voces que abogaban por soluciones radicales que iban desde destruirlo hasta hacer de él un centro comercial o un bloque de apartamentos y construir un nuevo edificio que se adecuara más a las necesidades de hoy día, ni el Rijksmuseum ni el Ayuntamiento de Amsterdam querían un cambio radical.

La visión de los arquitectos españoles, votada por unanimidad, convenció desbancando a otros siete arquitectos de la talla del italiano Francesco Venecia o el austriaco Hein Tesar. La comisión de expertos, que buscaba una modernización que no supusiera grandes alteraciones, apostó por la modestia, 'por una propuesta sin cambios llamativos que ha sabido redescubrir y mejorar la obra de Cuypers'.

Con un presupuesto de 450 millones de florines (más de 35.000 millones de pesetas), Ortiz y Cruz van a recuperar el pasaje concebido por el arquitecto holandés para que la monumental fachada del museo no dejara separados el centro de la ciudad y el nuevo barrio construido en el siglo XIX. Sin necesidad de bordearlo, peatones y ciclistas han cruzado durante años el museo por esa galería de arcos góticos que una reforma posterior a las grandes guerras dejó sin luz al cerrar los patios que la flanqueaban.

De acuerdo con los planes de los arquitectos sevillanos, una escalera mecánica abierta a la entrada de ese pasaje trasladará al visitante a un gran hall central situado por debajo del nivel de la calle que unirá las alas este y oeste del edificio. La moderna plaza que abrirá los laterales de los patios cegados y les devolverá la luz con techos de cristal albergará la tienda del museo, un moderno restaurante y la venta de entradas. Diversas puertas que nacen de los patios centrales hacia el museo harán posible al visitante realizar diferentes rutas y facilitarán la orientación.

Ampliaciones

Sus planes contemplan también un nuevo edificio en la cara sur, un pequeño pabellón con forma de estrella medio enterrado para albergar la amplia colección de arte asiático.

El proyecto de Cruz y Ortiz es todavía una 'visión'. Los arquitectos, que se han mostrado muy flexibles para hacer cambios, por ejemplo, buscar la forma de canalizar el tráfico de bicicletas, tendrán que trabajar conjuntamente con un arquitecto restaurador, que todavía no ha sido designado, para desarrollar sus ideas en un proyecto detallado y definitivo que será presentado en el mes de septiembre.

Las obras comenzarán en el año 2003 y el museo permanecerá cerrado hasta el 2006, aunque durante este tiempo estará abierta el ala sur del edificio con selección de las principales obras del museo.