Ópera china con 'Guantanamera'
Aparte de compartir alianzas e ideología, Fidel Castro y Jiang Zemin comparten mes y año de nacimiento: agosto de 1926. Ambos líderes comunistas son viejos amigos. En 1993, cuando Cuba atravesaba los peores momentos del periodo especial y el país estuvo a punto de paralizarse, Jiang viajó a la isla y expresó al mandatario cubano que podía contar con la solidaridad china. Aparecieron entonces en las carreteras cubanas millares de bicicletas marca Forever y comenzó el lento pedaleo de la revolución para salir de la crisis, aplicando, también, recetas chinas.
En la última década, Castro, su hermano Raúl, ministro de las Fuerzas Armadas y segundo en la jerarquía cubana, además de otros destacados dirigentes, como Carlos Lage, han viajado al país asiático para beber de las fuentes del socialismo asiático.
Ciertamente, la fórmula de 'Un país, dos sistemas' se ha vendio aplicando en la isla a ritmo cubano. 'La experiencia china es útil para Cuba. Continuamente la examinamos, sacamos experiencias y tomamos de ahí lo que pueda ser útil para nuestras realidades y situaciones concretas, que son muy distintas a las de China', dijo recientemente el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque.
De la experiencia china y de otros asuntos menos trascendentes hablaron ambos presidentes durante la cena de gala que ofreció Castro a Jiang la noche del jueves en el Palacio de la Revolución. La velada acabó con el protocolo roto: Jiang le canto a su viejo amigo y aliado fragmentos de O sole mio y de varias óperas chinas, y no quiso acabar su actuación sin recitar en español algunas estrofas de Guantanamera.
El viernes, tras inaugurar en el hotel Nacional una exposición de equipos electrónicos de la empresa china Panda, Zemin obsequió a Castro con un poema dedicado al pueblo cubano que escribió horas antes, 'inspirado', según explicó, 'en los versos de un antiguo poeta chino', con la siguiente alusión a Cuba: 'En desafío del viento ruidoso y la tormenta / de la orilla opuesta / se yerguen airosos los pinos / con el orgullo y la firmeza de la montaña'. El gesto de Jiang, según dijo el diario Granma, conmovió a Castro.
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