Rudi regañó a la oposición por plantarla en México para ver a los zapatistas
La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, del PP, se encaró con los diputados portavoces de los demás partidos que viajaron a finales de marzo a México en una delegación parlamentaria española porque prefirieron marcharse a ver y escuchar a los comandantes zapatistas que intervinieron ese día ante el Parlamento mexicano en vez de acompañarla a una entrevista con el presidente del Senado. Ese incidente, y otros de ese viaje institucional y del anterior a Portugal, han llevado a Rudi a replantearse el sentido y la comitiva de futuros desplazamientos.
Los diputados españoles tuvieron ocasión de trasladar a sus interlocutores políticos mexicanos, de todos los partidos y de los niveles más altos del Gobierno y las instituciones de ese país, la experiencia de la transición española.
La visita, sin embargo, no fue un éxito completo. El ambiente enrarecido que la mayoría de los partidos de la oposición mantienen con Rudi, por su comportamiento más bien rígido al frente de la Cámara baja, se trasladó también a la capital mexicana.
El viaje comenzó el domingo 25 de marzo. Y aunque ya se observaron resquemores desde el comienzo, entre otras anécdotas porque Rudi y el portavoz del PP, Luis de Grandes, viajaban en un coche especial y los demás portavoces en un autobús, el malestar se descubrió abiertamente en los pasillos de una sede oficial cuando, tras una entrevista con un alto cargo del Gobierno, el jefe de gabinete de Rudi comunicó a los portavoces de los partidos de la oposición que el miércoles 28 de marzo, a la hora en que debían intervenir ante el Congreso mexicano los comandantes zapatistas, se había incluido una reunión imprevista.
Un reproche
Los portavoces de todos los partidos de la oposición (PSOE, IU, PNV, CiU, Coalición Canaria y Esquerra Republicana de Catalunya) advirtieron entonces al jefe de gabinete de Rudi de que preferían acudir al Congreso a observar a los zapatistas. Rudi, entonces, se encaró con ellos y les reprochó que la dejaran plantada ante la reunión que debía celebrar con el presidente del Senado, Enrique Jackson. Nadie cambió de actitud. Rudi y De Grandes, que la arropó, fueron los únicos que se presentaron a esa cita, en la que estaban esperando además del presidente del Senado mexicano los portavoces de todos los partidos de esa Cámara.
Los diputados de la oposición, ya de regreso en España, justificaron su actuación en que Rudi incluyó sobre la marcha esa visita para que ellos no pudieran oír en persona a los zapatistas. Desde la Presidencia del Congreso se niega esa versión. Fuentes del Grupo Popular, sin embargo, sí admitieron que les parecía una falta de consideración con los partidos mexicanos, divididos ante la intervención en el Congreso de los zapatistas, presentarse en el hemiciclo cuando además los diputados españoles estaban en México invitados por esas formaciones.
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