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POLÍTICA MONETARIA

El Banco Europeo recibe fuertes presiones para bajar hoy los tipos

La OCDE y los principales institutos de Alemania recortan sus previsiones de crecimiento

El Consejo Ejecutivo del BCE deberá elegir entre desafiar a los mercados en nombre de la ortodoxia y el control de la inflación o demostrar que también le preocupa el crecimiento. Los expertos creen que eso sólo lo conseguirá si recorta entre un cuarto y medio punto el actual tipo de interés del 4,75%, inamovible desde noviembre pese al cambio de coyuntura.

Ayer no sólo presionó el mercado. También los políticos se sumaron al carro a través del máximo representante de la zona euro, Didier Reynders, ministro belga de Finanzas y presidente del Eurogrupo, el foro informal que reúne a los 12 ministros del euro. En una comparecencia ante la comisión de Asuntos Monetarios del Parlamento Europeo, pronosticó que el crecimiento europeo se situará entre el 2,5% y el 3% este año, 'que sigue siendo un crecimiento fuerte pero preocupante en términos de evolución'.

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Reynders señaló que en el marco de esa preocupación 'cada uno ha de hacer frente a sus responsabilidades'. 'Nosotros asumimos las nuestras en materia de política presupuestaria. El BCE debe hacerlo en materia de política monetaria', advirtió. Para reforzar la claridad de ese mensaje casi amenazante, Reynders asistirá hoy excepcionalmente a la reunión del Consejo de Gobernadores del banco, según anunció en Francfort un portavoz del BCE. Aunque dispone de una invitación permanente, rara vez ha hecho uso de ella.

A favor del recorte presionan también las caídas generalizadas de las previsiones de crecimiento en Europa. La Comisión Europea admite ya abiertamente que el crecimiento será inferior al 3% y no en torno al 3,2% como predijo la pasada primavera. La OCDE lo situó ayer en el 2,7% desde el 3,1%. Los seis grandes institutos alemanes confirmaron también su pronóstico de que la economía alemana crecerá sólo un 2,1% y no un 2,7%, y pidieron un abaratamiento del dinero de medio punto.

La muestra de que la economía europea pierde gas es el goteo de recortes de plantillas que se anuncian en los últimos meses. La multinacional Siemens, segundo fabricante mundial de teléfonos móviles, ha decidido reducir 2.000 puestos de trabajo en sus fábricas alemanas. También el fabricante francés de componenentes Valeo ha anunciado la supresión de 3.000 empleos.

Señales contradictorias

A pesar de este cuadro con tintes dramáticos, el recorte de tipos de interés no está asegurado. Las señales lanzadas por el BCE son contradictorias y no se puede descartar un nuevo compás de espera de dos semanas. El Bundesbank, el banco central alemán, opinó ayer que la política monetaria del BCE 'no es restrictiva', aunque algunos consejeros del banco han destacado en los últimos días el buen comportamiento de la inflación y el mal camino del crecimiento.

Aunque evitaran llamarlo una 'recomendación', los seis más importantes institutos de investigación económica en Alemania consideraron ayer 'justificada' una 'pronta' bajada de tipos del 0,5%. En opinión de los académicos, este movimiento encajaría perfectamente con la estrategia del BCE, que analiza tanto el crecimiento de la masa monetaria, como una gran variedad de indicadores macroeconómicos.

'Ambos enfoques indican que los riesgos para la estabilidad de precios disminuirán en los próximos meses', señalan los académicos en su tradicional informe de primavera. Esta disminución de las presiones inflacionistas debería permitir a la autoridad monetaria abaratar el precio del dinero, informa Ciro Krauthausen.

Los institutos ya sólo prevén un crecimiento alemán del 2,1% en este año y del 2,2% en el 2002, lo que confirmaría que la tradicional locomotora de la economía europea, Alemania, es de nuevo el último de la fila en la zona euro, que como media crecerá un 2,6% este año, según el informe. Pese a esta evidente desaceleración -en otoño pasado, los institutos aún apostaban por un 2,7% para Alemania en 2001-, los investigadores evitaron el alarmismo e incluso se declararon 'relativamente optimistas' acerca de la posibilidad de que tanto la economía estadounidense como la europea se recuperen en la segunda mitad del año, gracias a rápidas bajadas de tipos y a los paquetes de reducción fiscal.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también dio a conocer ayer sus previsiones revisadas para el año 2001 y relativas a la zona euro. El crecimiento del PIB, que se había fijado en un 3,1% será sólo de un 2,7%. Si el comercio exterior a la zona jugará un papel poco importante, el consumo privado, que aumentará en un 2,6%, y las inversiones, que crecerán un 4%, ayudarán a mantener la vitalidad de unos países que, según la OCDE, 'crecerán por debajo de su potencial', informa Octavi Martí.

De ahí que para el 2002, a despecho del aumento de los precios petrolíferos y del parón de la economía estadounidense, la previsión de crecimiento del PIB dentro de la zona es del 2,8%. El paro seguirá reduciéndose, aunque con menos velocidad que la augurada hace unos meses. El 2000 afectó al 9% de la población activa de euroland, en el 2001 aún no encontrará empleo el 8,4% que será sólo un 7,9% el 2002. El alza de los precios será muy moderada en el conjunto de naciones euro: 2,2% el 2001 y 2% el 2002. Los tipos de interés bajarán sólo muy levemente, un cuarto de punto.

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