No nos dejan solos

El Gobierno de José María Aznar no ha querido dejar solos a los andaluces en estos difíciles días que nos esperan. La falta de acuerdo pesquero, que va a obligar a que, por primera vez en su historia, la flota de nuestro litoral tenga que abandonar las aguas marroquíes; la incertidumbre en torno a la marcha, previo arranque en Gibraltar, del submarino Tireless o la inquietud ante las negociaciones para un nuevo sistema de financiación autonómica, por no decir más de los continuos problemas que se producen con el fenómeno de la inmigración, obligan al Ejecutivo central a tener un especial cuidado con esta tierra.

Así al menos hay que interpretar el continuo desfile de nuestros ministros por Andalucía. De modo que la triunfal gira iniciada la semana pasada por el responsable de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, continuará ésta con su visita a Cádiz, en donde, al igual que ya hiciera en Málaga y Granada, anunciará un plan multimillonario de inversiones y, eso sí, poca concreción en cuanto a fechas para la finalización de las obras. Aún se guardan frescas en esa provincia promesas similares con inversiones por valor de nada menos que 400.000 millones de pesetas para el Campo de Gibraltar como para acoger ahora con el lógico escepticismo cualquier otro compromiso que se plantee en similares términos.

Otro destacado miembro del Gobierno, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, estará presente en la despedida de Santiago Cobo como presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz. Un adiós a quien estuvo muy cerca de él en los orígenes de su carrera política. El contrapunto puede venir con el encuentro de representantes del Gobierno central con los consejeros de Economía y Hacienda de las comunidades gobernadas por el PSOE. Un primer round para cerrar un acuerdo en materia de financiación autonómica. Todos parecen que dan por hecho que esta vez sí habrá reconocimiento del censo real, aunque eso está aún por ver.

Y en cuanto a la pesca, más de lo mismo. El sector se reúne con el ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, quien se esfuerza en relativizar el impacto que tendrá la falta de acuerdo con Marruecos. De momento, la tibieza de las movilizaciones emprendidas por los marineros andaluces hace pensar que se está a la espera de conocer las alternativas que se plantean, aunque en puertos más lejanos las acciones de protesta ya empiezan con más contundencia.

Así que, efectivamente, el Gobierno no nos deja solos. Se desvela ante nuestras dificultades. Incluso a través del PP está dispuesto a echar una mano a la Junta al acudir a las negociaciones con el PSOE para fijar un acuerdo con respecto a las cajas. En la sección prevista para esta semana deberán meter mano a ese reglamento de la Ley de Cajas. La clave sigue siendo alejar a las cajas del debate político, objetivo realmente imposible de alcanzar y máxime cuando comience a tomar forma el modelo de fusión que algunos van propugnando como es el propiciado por la unión de las dos entidades sevillanas, la integración de un segundo bloque con La General, Caja de Jaén y CajaSur y finalmente, otro constituido por Unicaja. Tiempo al tiempo, porque las tormentas continuarán, a pesar de los entendimientos políticos que se puedan establecer.

En ese escenario se vivirá además un nuevo pleno en el Parlamento andaluz, con los andalucistas asumiendo cada vez más un mayor protagonismo. Primero porque se ha de comprobar hasta dónde llegan con su estrategia de diferenciar su discurso con respecto a los socios de Gobierno para reforzar así la candidatura de Antonio Ortega, y segundo para determinar cuándo dará el salto al Grupo Mixto el diputado Ricardo Chamorro acudiendo así a los brazos de su mentor político, Pedro Pacheco, y movido, cómo no, por millones de razones para dar tan radical giro, otro más, a su trayectoria política. Hechos que cargarán de electricidad la próxima reunión del comité de enlace.