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Japón no indemnizará a la 'esclavas sexuales' de la II Guerra Mundial

El Supremo rechaza el pago de 600 millones

Japón no tendrá que indemnizar a las mujeres que fueron obligadas a mantener relaciones sexuales con soldados de su Ejército durante la II Guerra Mundial. Así lo dictaminó ayer la Corte Suprema de Hiroshima, al anular una sentencia dictada en 1998 por un tribunal inferior que obligaba al Gobierno de Tokio a compensar a tres surcoreanas con 300.000 yenes (450.000 pesetas) cada una. Las demandantes recurrieron la primera sentencia con el argumento de que la cantidad era muy inferior a la que se merecen.

Las tres mujeres y otras siete esclavas del sexo reclaman al Gobierno japonés una indemnización conjunta de 600 millones de pesetas, además de una disculpa pública por el sufrimiento físico y psicológico inflingido. Las demandantes sostienen que fueron confinadas en burdeles de Taiwan y Shanghai (China) y forzadas a mantener relaciones sexuales con soldados del Ejército Imperial.

Los historiadores calculan que hubo unas 200.000 esclavas sexuales durante la II Guerra Mundial. La mayoría de ellas procedían de la península coreana, entonces colonia japonesa. Su existencia no fue reconocida por el Gobierno de Tokio hasta 1992.

El juez Toshiaki Kawanami, presidente de la Corte Suprema de Hiroshima, afirmó ayer que la ley no obliga al Gobierno a compensar a las mujeres y que sólo el Parlamento japonés, no los tribunales, tiene competencias para tomar una decisión sobre el asunto. La sentencia apoya los argumentos esgrimidos tradicionalmente por el Ejecutivo de Tokio, que dio por zanjada la cuestión con la firma de los tratados de paz que pusieron fin a la guerra.

Las demandantes reaccionaron con indignación y anunciaron un nuevo recurso. 'Odio a los japoneses. No puedo pensar en otra cosa en este momento', declaró Pak Du-ri, de 76 años, a la agencia japonesa Kyodo. '¿Por qué?', se preguntó Yang Gum-dok, de 71, otra de las esclavas sexuales. 'Trabajamos muy duro para el emperador'. El Gobierno japonés saludó la decisión del tribunal y afirmó que sus opiniones han sido vindicadas.

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