Leopoldo Pomés retrata sus 'fantasmas' en personas y objetos
El Círculo de Bellas Artes expone 101 fotos
Pomés diferencia su trabajo en la publicidad -el anuncio de Terry, las campañas de Freixenet, entre más de 3.000 spots y cerca de 40 documentales- del resto de las fotografías, en las que se acumulan retratos de las gentes de la cultura, fragmentos de cuerpos, escenas urbanas, paisajes, formas arquitectónicas, toros y objetos, que forman la exposición Leopoldo Pomés, 95 fotos + 6 zapatos. 'La publicidad es un encargo, y para retratar la vida recurro a mis fantasmas. Me gusta más ser fotógrafo de fantasmas, reflejar lo que me obsesiona, lo que me da miedo y me divierte, pero también la publicidad te obliga a concretar', declaró.
El escritor Eduardo Mendoza interviene como comisario de la muestra y escribe un texto en el catálogo, junto a otro de Karin Leiz, que publica Lunwerg editores. Para el autor de La aventura del tocador de señoras, las fotos de Pomés son de 'una vitalidad permanente, duras, directas', y el fotógrafo sabe ver 'el lado oscuro de las cosas y no teme enfrentarse a lo feo, a lo triste y a la belleza absoluta'.
El conjunto de 101 fotografías -han evitado el centenar exacto porque 'el sistema métrico decimal es muy aburrido', afirmó Mendoza- incluye seis imágenes recientes de zapatos de mujeres. 'Como objetos son una maravilla, es un objeto escultural. El subirse a unos zapatos, producir la elevación de las personas, tiene algo de estar guapo para los demás'.
Pomés ha publicado libros sobre la arquitectura modernista, Gaudí y los toros, con textos de Oriol Bohigas, Joan Perucho, Orcar Tusquets y Ángel S. Harguindey, y, como autor, Teoría y práctica del pan con tomate (Tusquets). Para Pomés, 'la belleza acecha por todas partes; la luz es su cómplice'. Ayer declaró que se encuentra 'de vacaciones absolutas'. 'Ahora, como cocinero, estoy preocupado por conseguir la cocción definitiva de las ganxets'.