Los científicos quieren más control sobre la investigación
El director de la Estación Biológica de Doñana, Fernando Hiraldo, está de acuerdo con abrir el parque nacional -'aunque siempre en los bordes, hay que preservar todo el interior donde está la mayor riqueza'- a aquellas actividades económicas de bajo impacto. 'O hacemos desarrollo sostenible de verdad, o Doñana se pierde', asegura. Eso sí, Hiraldo cree que las nuevas aportaciones hay que hacerlas 'en el patronato y en las alegaciones'. Y ahí piensa señalar uno de las lagunas, a su juicio, del borrador: un tratamiento específico para la investigación.
La Estación aglutina a los mayores especialistas sobre la fauna y flora del parque. Y estos echan de menos un plan sectorial que defina las líneas de investigación prioritarias para el parque y permita escoger los programas que se ejecutarán en Doñana. Hasta ahora, estos programas (180 millones de gasto anual aproximadamente) están muy condicionados por los organismos pagadores (UE, Gobierno central, Junta).
El borrador del PRUG sí prevé continuar con el programa de erradicación de eucaliptos y extenderlo a otras especies invasoras que colonizan zonas del espacio. En contrapartida, se mantienen las repoblaciones de especies autóctonas, el adehesamiento de pinares y la regeneración de del alcornocal de la Pajarera, emblemática zona de nidificación del águila imperial, una de las especies, junto al lince, cuyos programas de manejo pretenden ponerse en marcha. En cuanto a la regulación de poblaciones, se contempla la potenciación de conejos, la eliminación de perros y gatos silvestres y la reducción de zorros y jabalíes. Además, se ejecutará el programa de lucha contra la tuberculosis.
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