El PP mantiene que los 'cibercafés' deben someterse a la ley del juego

La proliferación de cibercafés, cafeterías que ofrecen a sus clientes la posibilidad de conectarse a Internet a través de ordenadores, no ha tenido una adecuada respuesta legislativa por parte de la Generalitat Valenciana, según coincidieron en señalar ayer en las Cortes portavoces del PSPV y Esquerra Unida. Pero el PP defendió la actual identificación de los cibercafés con salones de máquinas tragaperras y mantuvo que deben someterse a las reglamentaciones dispuestas por la ley del juego.

Dolors Pérez, diputada de Esquerra Unida, defendió ante la comisión de Hacienda la necesidad de elaborar una norma específica para regular la actividad de las cafeterías para apasionados de la red al margen de la ley del juego. Pérez recordó que las nuevas tecnologías avanzan mucho más deprisa que la legislación; sugirió que los cibercafés sufren 'una persecución injustificada'; y propuso constituir una comisión que agrupe a partidos, al Consell de la Joventut y a la asociación de cibercafés para elaborar una nueva normativa que evite situaciones 'alegales'.

La socialista Josefa Andrés abundó en los mismos argumentos, rechazó que se pueda 'identificar un ordenador con una máquina recreativa' y lamentó las restricciones que sufren los cibercafés al ser identificados con salones recreativos, cuyo horario de apertura se extiende desde las 10 de la mañana hasta medianoche. Andrés recordó que el gobierno vasco, por ejemplo, establece que 'los denominados ciberlocales no pueden considerarse salones de juego o salones recreativos'. Y comentó que los jóvenes usuarios de cibercafés exigen horarios más flexibles.

Pero las solicitudes y reflexiones de las dos portavoces de la oposición tropezaron con el inflexible sentido del humor de Miguel Barrachina, portavoz del PP. Barrachina defendió que la ley del juego vigente desde 1988 permite regular la actividad de los cibercafés que, recordó, 'no son una asociación de filántropos, sino un negocio mercantil'. El diputado del PP negó cualquier 'persecución injustificada' de los cibercafés de parte de la Administración autonómica y comentó que el Consell se limita a 'aplicar la ley'. 'Una cosa es el control y otra la persecución', sentenció, 'es de un morro impresionante que se pida una moratoria en el control'. Tan solemne argumento decantó la votación contraria a la iniciativa formulada por EU.

Poco antes la misma comisión rechazó otra propuesta, también de EU, que instaba a separar en bares y cafeterías las máquinas tragaperras de las máquinas de juegos sin premios en metálico para evitar la predisposición al juego de los menores. La iniciativa fue rechazada por el PP que esgrimió la libertad de comercio para defender su posición.