Un estudio polémico de principio a fin
A la controversia que suscita la utilización de tejido fetal, el estudio publicado el jueves añade otra no menor: la realización de cirugía placebo (un simulacro quirúrgico que no hubieran aprobado muchos comités éticos españoles) para tener un grupo control y garantizar así el más alto nivel de calidad en investigación.
Ninguno de los 40 pacientes con Parkinson grave (con una media de 14 años de enfermedad) que participaron en el estudio se libró de pasar por el quirófano y someterse a cuatro perforaciones craneales en la frente. Ninguno de ellos supo hasta 12 meses después si le habían perforado las membranas del cerebro y le habían inyectado células cerebrales productoras de dopamina procedentes de cuatro fetos abortados.
Al cabo del año, tanto los pacientes que habían recibido inyecciones de células fetales en ambos hemisferios cerebrales (en una región bilateral denominada putamen) como los que habían sido operados de mentira se sentían prácticamente igual y seguían necesitando medicación. Y eso a pesar de que en 17 de los 20 enfermos trasplantados, las neuronas fetales habían sobrevivido y creado conexiones.
Los investigadores reconocen en el trabajo publicado que los 30 pacientes mayores de 60 años no experimentaron ninguna mejoría. Y que en 6 de los 10 jóvenes, tras una mejoría neurológica el primer año, aparecieron serios problemas.
Lo que en la fría literatura médica se despacha como la reaparición de 'distonías y disquinesias' es descrito por un médico que trató a los enfermos como movimientos incontrolados realmente insoportables. Las opiniones expresadas por los investigadores contrastan asimismo con las conclusiones del trabajo, donde se dice textualmente que 'las células embrionarias productoras de dopamina sobreviven' y que esto provoca 'algún beneficio en los más jóvenes pero no en los más viejos'.
¿Cuál es exactamente el balance de beneficios y riesgos? La literalidad de la prosa médica resulta ambigua por lo que dice y por lo que no dice, y esto ha alimentado la controversia. Además, el comunicado difundido por la Universidad de Colorado, donde se operó a los enfermos, la ha aumentado al subrayar que la técnica 'beneficia a algunos pacientes con Parkinson'.
Así, la confusión y la polémica se han propagado a los medios de comunicación. El jueves la agencia Reuters difundía que 'el trasplante de células en el cerebro ayuda a los pacientes de Parkinson'. En cambio, Associated Press (AP) y otros medios que se hacían eco de ella, como Yahoo y CNN.com, titulaban que 'las células fetales no curan el Parkinson', pero en la información se hablaba de células madre fetales en vez de células nerviosas fetales, un error por el que la agencia se vio obligada a rectificar.
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