Belgrado culpa del fracaso del alto el fuego a la guerrilla de Presevo
La OTAN intenta una nueva mediación ante la milicia albanesa
El acuerdo debía haberse ratificado el sábado, pero los representantes albaneses exigieron que el documento fuera firmado por los guerrilleros del Ejército de Liberación de Presevo, Medveda y Bujanovac (ELPMB). Tras una noche de intensas negociaciones, parecía que todo estaba listo, pero nuevamente los albaneses se negaron porque el Gobierno de Belgrado piensa desplegar en la zona a unas unidades especiales de la policía serbia, muy temidas por la población albanesa. Ya avanzado el día, nuevamente los albaneses señalaron que no pensaban abandonar la franja de seguridad que, con el permiso de la OTAN, el Ejército yugoslavo debía haber ocupado ayer. El despliegue de las unidades especiales de la policía serbia es aprobado por la Alianza Atlántica, que espera que termine así el trasiego de hombres y armas al norte de Macedonia.
'Nosotros aceptamos la firma del tratado ya, sin condiciones adicionales', subrayó un irritado Covic, quien ya lleva tres días en la zona esperando obtener algún resultado positivo. Peter Fate, quien debe actuar de notario en la firma, ya que ésta se hace por separado con cada una de las partes, trataba de convencer a los comandantes albaneses en un desesperado intento por cumplir el primer paso del intento de pacificar, aunque sea de un modo precario, tanto el sur de Serbia como el norte de Macedonia.
Desde Bujanovac, donde se encuentra Covic, los serbios aseguraron que sus fuerzas no se desplegarán en la franja de seguridad que linda con Macedonia hasta que no haya un alto el fuego en Presevo. Y, por el momento, la situación sobre el terreno está muy lejos de ser pacífica. Ayer, militares yugoslavos y guerrilleros albaneses combatieron desde primera hora de la mañana en la localidad de Staravanja, en la comarca de Medveda. Fuentes yugoslavas señalaron que han localizado a unidades albanesas vestidas con uniformes negros, los mismos que ya llevan 15 días atrincherados en el norte de Macedonia.
Los choques fueron generalizados por toda la región. A pocos kilómetros de Bujanovac, cuatro miembros de una familia serbia resultaron heridos cuando su vivienda fue alcanzada por una granada en medio del fuego cruzado. El sábado por la noche, un policía serbio murió y otros seis sufrieron heridas cuando su vehículo pisó una mina. El mismo día, una bala perdida mató a un niño de 11 años. 'La comunidad internacional debe hacer algo para frenar a los albaneses o será derrotada a manos de los mismos albaneses', declaró el primer ministro serbio, Zoran Djindjic.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.