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LIBROS

Geografía y mapas

Los años 90 han sido años extraños en poesía escrita en euskara. Han aparecido algunos poetas -jóvenes, por supuesto- que han trabajado su obra con más intención que éxito y alguno ha decidido dedicarse a vocaciones más prosaicas, pero más personales. La década nos ha dejado la voz de un poeta que a mí me parece excepcional: Rikardo Arregi (Vitoria, 1958), cuya última obra puede leerse traducida al castellano en Cartografía, publicada por Bassarai.

Las constantes más importantes de la obra de Rikardo Arregi pueden circunscribirse a un carácter de elegía, de reflexión sobre el detalle cotidiano que recuerda de manera insistente a la poesía de la experiencia. Pero hay en él algo que le aleja de ello: un cierto culturalismo, una suma de detalles culturales, que el autor sabe sazonar con una mirada irónica y lejana. El libro es una especie de recorrido sentimental por algunos de los motivos que llenan su vida. El libro se detiene en cinco apartados que diseñan un camino insondable por la mirada del poeta. Entre el cielo y la tierra dibuja un mundo personal, irónico y libre sobre el paso del tiempo, sobre las preguntas básicas de la infelicidad. Carte-à-figures diseña algunas cartas -marinas- con un trasfondo claramente literario, donde se conjuga el verbo admirar, con el verbo reflexionar. Terra incognita es la propuesta de un recorrido por el amor y el conocimiento de la otra persona, siempre renovado, siempre en el filo de la duda. El territorio de la música presenta un mapa por un recorrido entre diversas formas musicales para terminar en la admiración del silencio; este pasaje equilibra el segundo del libro, allí era el territorio de la literatura el que se miraba, ahora el espejo se contempla desde la música. Por último, la sección Los mares que yo veo representa una colección de paisajes urbanos, donde irónicamente se ve el mar en un más allá inconcreto.

Es muy probable que el autor esté cansado ya de uno de los poemas más antologados y repetidos en la década: 66 versos en la ciudad sitiada, uno de nuestros -de todos nosotros- poemas más terribles y a la vez más lúcidos sobre las consecuencias de la guerra, sobre el estertor de la deshumanidad. El autor puede estar cansado, pero ése es un poema imprescindible.

La voz tranquila y culta de Rikardo Arregi, a menudo tan llena de cotidianeidad, siempre compuesta desde la mirada reflexiva, es una de las bases de la poesía contemporánea vasca.

Arregi, Rikardo: Cartografía. Bassarai. 2000. 102 páginas. 1.400 pesetas.

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