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El nuevo superministro sólo aceptó el cargo tras obtener el 'blindaje político' del jefe del Estado

El blindaje político para que nadie, desde el Gobierno y los partidos que integran la Alianza en el poder, se oponga públicamente a las duras medidas económicas que se propone tomar, fue la promesa del presidente Fernando de la Rúa que doblegó la resistencia última del ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, para hacerse cargo del hierro caliente de la economía argentina.

Casado, con tres hijos, López Murphy es un histórico de la Unión Cívica Radical, nacido a la militancia en la universidad. Hizo su posgrado en Estados Unidos y fue miembro destacado de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas. La prensa le presenta como un ultraliberal.

'Yo soy parco, pero concreto', dice de sí el propio López Murphy. Sus antecedentes personales y sus condiciones para ejercer la función pública son impecables. No hay dudas de su capacidad, honradez y decencia. Siempre dijo aquello que pensaba sin preocuparse por las consecuencias para su carrera política. En plena campaña electoral, cuando ya era candidato a ministro de Economía si De la Rúa era elegido, habló de la necesidad de rebajar al menos un 10% los salarios de los empleados públicos. Esa declaración le costó luego el desplazamiento a Defensa. De eso se trata ahora, insisten los sectores progresistas de la Alianza, de lo que piensa hacer.

Los salarios de la Administración fueron finalmente rebajados el 12% por el ministro que acaba de renunciar. López Murphy defendió a Machinea en las reuniones del Gabinete y llegó a considerar 'heroica' su gestión. A su juicio, el problema de la economía se agravó por las disputas políticas de la santísima trinidad del poder: el presidente De la Rúa, que pertenece al sector minoritario del radicalismo; el ex presidente Raúl Alfonsín, líder indiscutido de la Unión Cívica Radical, y Carlos Álvarez, jefe del frente de partidos de centro-izquierda. El blindaje financiero, los 39.700 millones de dólares que logró obtener el equipo de Machinea para garantizar el pago de las deudas que debe afrontar Argentina este año, no selló el blindaje político que López Murphy le pidió ahora a De la Rúa.

Las Fuerzas Armadas destacan su gestión como ministro de Defensa. Según dicen los jefes, 'supo escuchar, entendió los problemas y se puso al frente de los reclamos'. El pasado diciembre, en un discurso de sobremesa, López Murphy se dirigió a sus compañeros de militancia en el partido y les prometió 'sangre, sudor y lágrimas'. ¿Más?

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