López Murphy acepta ser ministro de Economía de Argentina
El presidente de Argentina ultimaba anoche un Ejecutivo para salir de la crisis institucional
El secretario general de la Presidencia, Horacio Jaunarena, fue designado ministro de Defensa, cargo que ya ocupó hace 15 años, durante la presidencia de Raúl Alfonsín. Los nuevos ministros jurarán hoy sus cargos.
Una de las primeras tareas de López Murphy será la de conseguir un nuevo perdón del Fondo Monetario Internacional porque Argentina no ha cumplido con el déficit fiscal acordado cuando se selló a fines del pasado año el llamado blindaje financiero , con créditos por 39.700 millones de dólares para que el país pudiera pagar sus deudas externas de este año.
En la rueda de prensa convocada ayer para anunciar las designaciones, De la Rúa dijo que López iba a conducir la economía según las pautas trazadas por el Jefe del Estado en el discurso del pasado jueves ante el Congreso, y ratificó "totalmente" el compromiso de mantener la paridad del peso con el dólar que establece la Ley de Convertibilidad, "que se mantiene absolutamente", dijo el madatario.
De la Rúa confirmó en sus cargos al resto de los ministros y aclaró que sólo dejarán sus puestos aquellos funcionarios que vayan a participar como candidatos en las próximas elecciones, que se celebrarán dentro de siete meses. "El Gobierno está unido", dijo De la Rúa, y los jefes de los partidos de la Alianza "manifestaron su respaldo a las decisiones del presidente, porque para todos la unidad de la Alianza es también muy importante". La vacante Secretaría General de la Presidencia, que ocupaba el nuevo ministro de Defensa, será cubierta "en los próximos días".
Por su parte, López dijo a su vez que Argentina "honraría sus compromisos internacionales". "El espacio en Economía es siempre reducido", pero "tenemos un programa, un presupuesto votado por el Congreso, un esquema de financiamiento negociado y reglas internacionales; voy a cumplir estrictamente con ese programa. Trataremos de hacer un trabajo sólido y sensato, respetando los acuerdos y honrando los compromisos", declaró López.
En la búsqueda simultánea de unidad política y liderazgo económico, De la Rúa le ofreció a Domingo Cavallo, el ex superministro de Economía del primer mandato del peronista Carlos Menem, la presidencia del Banco Central en reemplazo de Pedro Pou, sospechoso de encubrir operaciones de lavado de dinero proveniente de comisiones ilegales, sobornos, evasiones de impuestos y narcotráfico, por al menos 4.500 millones de dólares (más de ocho billones de pesetas) de las que participaron dos bancos argentinos. Pou será destituido cuando De la Rúa reciba el informe de la comisión parlamentaria que analiza su gestión.
"Cavallo es el límite", reconoció el ex presidente Raúl Alfonsín, líder de la Unión Cívica Radical (UCR), cuando De la Rúa le consultó sobre su posible incorporación al Gobierno. El alfonsinismo, corriente interna mayoritaria de la UCR, nunca le perdonó a Cavallo que recomendara a los organismos internacionales no conceder nuevos créditos al país por la supuesta debilidad política del Gobierno de Alfonsín. Según este ex presidente, aquel "golpe de estado económico", impulsado entre otros por Cavallo, acabó provocando la entrega anticipada del Gobierno al presidente electo Carlos Menem en julio de 1989.
"Graciela, tenemos que estar más unidos que nunca", le dijo ayer Alfonsín a Graciela Fernández Meijide, la ministra de Desarrollo Social, única representante del Frepaso en un Gabinete que es cada vez más afín a De la Rúa. Carlos Álvarez convocó ayer a los máximos dirigentes del Frepaso, el frente de partidos de centroizquierda, para ratificar "la unidad de la Alianza" y el respeto a las decisiones del presidente. Para ellos, Cavallo no es el límite. Graciela Fernández Meijide recordaba ayer que fue el propio Álvarez quien recomendó hace tiempo a De la Rúa la incorporación del ex ministro de Menem al Gabinete.
Pero el límite del Frepaso en el futuro puede ser López Murphy. Más prudente, la ministra Meijide dijo ayer que "habrá que ver sobre la marcha, porque no se trata de hombres sino de políticas".
