El Gobierno tasa en 140.000 millones de pérdidas la falta de competencias en I+D

Hace 14 días, el Consejo de Gobierno reabrió el debate sobre las transferencias pendientes y ayer el portavoz del Ejecutivo y consejero de Industria, Josu Jon Imaz, volvió a la carga en una rueda de prensa en Vitoria en la que estuvo acompañado por el consejero de Educación, Inaxio Oliveri. La diferencia entre un momento y otro es que el lehendakari ya ha fijado la fecha de las elecciones autonómicas con lo que es casi seguro que nadie va a mover ficha, inmersos como están los partidos en la batalla preelectoral.

La falta de las competencias plenas en I+D es una vieja reivindicación de los sucesivos Gobiernos vascos. El Estatuto de Gernika reconoce en su artículo 10 que 'la Comunidad Autónoma del País Vasco tiene competencia exclusiva en investigación científica y técnica en coordinación con el Estado'. Esta disposición legal le dio pie a Imaz para recalcar la idea de que 'una sociedad moderna y competitiva necesita un sistema propio de desarrollo y formación tecnológica'.

El País Vasco ha aportado al Estado a través del Cupo cerca de 170.000 millones desde 1991 y han retornado en programas tecnológicos casi 30.000

De esta forma, la siguiente conclusión fue que la falta de esta competencia está causando un grave perjuicio económico al desarrollo de País Vasco. Euskadi ha pagado durante los últimos diez años por este concepto a través del Cupo (lo que paga Euskadi a Madrid por los servicios no traspasados) un total de 168.844 millones de pesetas, de los cuales sólo han retornado a la comunidad en forma de inversiones tecnológicas del Estado 29.740 millones de pesetas (ver gráfico).

Evitar el retraso

Sin embargo, la ausencia de competencias plenas en investigación no ha impedido que Euskadi se haya situado por encima de la media nacional en cuanto a las inversiones en este campo. Durante la última década, las administraciones vascas (Gobierno y diputaciones) han invertido un total de 178.512 millones de pesetas en investigación tecnológica, pasando de suponer un 0,07% del PIB vasco en 1980 a un 1,3% el año pasado. 'Si dispusiéramos de toda la herramienta [la transferencia] el esfuerzo hubiera podido ser mayor', zanjó Imaz.

Oliveri mantuvo e incluso aumentó el tono reivindicativo del portavoz. Para empezar, advirtió de que el Ejecutivo de Vitoria será totalmente 'beligerante' en la defensa de esta competencia. 'El Estado no puede usurparnos la competencia en nombre de la coordinación que cita el Estatuto de Gernika', resaltó el titular de Educación, quien planteó una oferta de colaboración basada en tres puntos: el Gobierno de Euskadi es el que debe elaborar los planes específicos de investigación, luego se informará al Gobierno central de los mismos y el Estado sólo tendrá un papel de observador.

Oliveri expresó su satisfacción por la forma en que se está desarrollando la política científica en el País Vasco con los fondos procedentes de las instituciones autónomas, pero alertó que no hay que dormirse en lo logrado hasta ahora. 'A la entrada del siglo XXI, un buen sistema de investigación y desarrollo es una garantía de supervivencia para un pueblo', señaló el titular de Edcuación.

De momento, la solicitud formal enviada por el Ejecutivo de Vitoria al central para iniciar las negociaciones para transferir las competencias en I+D junto a otras tres no ha obtenido ninguna contestación al respecto. 'Al Gobierno del PP y al PSOE', clamó Imaz, 'se les llena la boca hablando del Estatuto, cuando en realidad estos dos partidos lo están incumpliendo de forma sistemática. Y las leyes se cumplen o no se cumplen'.

La petición del Gobierno vasco de reabrir la negociación ha servido para que las dos administraciones se culpen mutuamente de tener paralizados los traspasos. Según el Ejecutivo central, Euskadi mantiene unas posiciones 'inflexibles' y asegura que ha propuesto múltiples alternativas para negociar las transferencias, pero sólo han obtenido la negativa de las autoridades vascas a aceptar los traspasos en las condiciones ofrecidas.

El desarrollo estatutario es una cuestión candente en la política vasca. Oposición y Gobierno se tachan mutuamente de desleales. El lehendakari,Juan José Ibarretxe, convocó el pasado 25 de octubre un acto reivindicando el cumplimiento íntegro del Estatuto, al que los partidos de la oposición y los sindicatos dieron la espalda por ver en ello un intento de generar más confusión en un momento en el que Ibarretxe buscaba el apoyo social. PP y PSE celebraron la fiesta por separado. El Gobierno vasco no conmemoraba el Estatuto desde 1989, cuando José Antonio Ardanza logró reunir en Gernika a instituciones y representantes de todos los partidos democráticos.