Valladolid exhibe 53 pinturas 'escondidas' del Museo de Escultura
Se exponen obras de los siglos XV a XVIII
El Museo Nacional de Escultura de Valladolid expone desde mañana en el palacio de Villena una muestra de 53 obras pertenecientes a sus fondos que, a pesar de su calidad y firma, han permanecido en almacenes o han sido desviadas a otros museos por problemas de espacio o por peticiones de instituciones.
Con la colaboración de la Fundación BBV, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, hasta el próximo 22 de abril se podrán contemplar en la capital de Castilla y León 53 obras de entre los siglos XV y XVIII, de artistas como Alonso Berruguete, Pantoja de la Cruz, Bartolomé González, Rubens, Valentín Díaz, Gregorio Martín o Felipe Gil de Mena.
La exposición, ubicada en el edificio conocido como palacio de Villena y llamada Pintura del Museo Nacional de Escultura, incluye, según Jesús Urrea, comisario y director del mueso vallisoletano, 'una lista de obras de singular importancia entre las que destacan piezas tardo medievales, renacentistas y barrocas, así como algunas otras del siglo XVIII español, italiano y flamenco, muchas de las cuales no han sido mostradas hasta la fecha'.
Es el caso del Calvario, un óleo sobre lienzo del genial retratista Antonio Moro, fallecido en Amberes en 1576. Esta obra, fechada en 1573, ha permanecido en concepto de cesión en Toledo, sin que se pudiera contemplar en el Museo Nacional de Escultura, entidad propietaria de la obra desde 1932. Además, hay otras obras que no se podían ver en Valladolid también desde los años treinta, y otras más que por su localización en grandes iglesias jamás habían sido expuestas a pocos centímetros de los visitantes de monasterios como el de San Benito o el Real de Valladolid.
El retablo de San Jerónimo, de Jorge Inglés, una Piedad de Pedro Berruguete, una docena de obras renacentistas, como un Calvario del taller de Alonso Berruguete; algunas de las obras más significativas de la escuela vallisoletana del siglo XVII, como una Inmaculada con donante, de Pantoja de la Cruz, un lienzo de la Santa Faz, de Francisco de Zurbarán o un cuadro de Bartolomé González son algunos de los principales ejemplos de una exposición que no será itinerante, según Jesús Urrea, debido, principalmente, a las dimensiones de las obras.
Babelia
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