Carter acusa a Clinton de perdonar a Rich tras recibir 'regalos generosos'
El matrimonio Clinton se adelantó, apenas por una cabeza, a la prensa estadounidense, que estaba a punto de airear el papel de Hugh Rodham en los indultos. En un comunicado, los Clinton se declaran "consternados" y piden a su pariente que devuelva el dinero. A todo esto, los beneficiados por los buenos oficios de Rodham son Carlos Vignali, un traficante de cocaína de California condenado a 15 años de cárcel (su familia es una generosa contribuyente de ambos partidos, republicano y demócrata), y Almon Glenn Braswell, investigado por evasión de impuestos y lavado de dinero.
Desde el actual presidente republicano, George W. Bush, a la senadora demócrata californiana Dianne Feinstein, pasando por los editorialistas de The New York Times, las críticas a Clinton por el indulto a Rich llueven a raudales; además, hay tres investigaciones sobre el escándalo: dos en el Congreso y otra de la fiscalía de Nueva York.
Pero la de Carter es particularmente severa, tanto por su prestigio ético como por la dureza de su tono. "Creo que Clinton cometió uno de sus errores más graves en los perdones que concedió en sus últimas horas en el cargo", dijo Carter en la noche del martes, en una conferencia en la Universidad del Estado de Georgia. "Algunos de ellos son claramente discutibles, incluidos los 40 que no habían sido recomendados por el Departamento de Justicia".
Carter fue al grano y aludió al indulto concedido a Rich: "No creo que haya la menor duda en que uno de los factores de ese perdón fueron los regalos generosos. En mi opinión, eso es vergonzoso". Carter recordó que él no indultó a nadie en las últimas semanas de su mandato, para evitar este tipo de polémicas. Y añadió que en los perdones que concedió en los tres primeros años de su presidencia siempre tuvo en cuenta la opinión del departamento de Justicia. "Nunca indulté a nadie que no hubiera recibido el visto bueno de Justicia, como fruto de una larga investigación", dijo.
En el caso de Rich, Clinton se saltó ese procedimiento y solo informó a Justicia en la madrugada del día 20, horas antes de firmar el indulto y cederle la Casa Blanca a Bush.
Rich, a través de su ex esposa Denise, dio al Partido Demócrata más de un millón de dólares, otros 450.000 dólares a la biblioteca de Clinton y regalos personales al presidente. Las explicaciones al perdón de Rich dadas por Clinton en un artículo en The New York Times sólo han servido para acentuar las críticas al ex presidente. Su propio jefe de Gabinete, John Podesta, informó de que él y los abogados presidenciales, Beth Nolan y Bruce Lindsey, se opusieron a esa medida hasta el último minuto.
El caso Rich es agua de mayo para Bush, que ha superado el primer mes de su presidencia sin grandes polémicas y con el beneplácito de los medios de comunicación y el Congreso. En cambio ha abierto un grave vacío de liderazgo en el Partido Demócrata. Se han disuelto, al menos temporalmente, las esperanzas demócratas en que Clinton fuera el líder espiritual de la oposición.
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