Los obispos españoles aceptan que Cataluña sea una 'región eclesiástica'

A efectos religiosos católicos, Cataluña será pronto una Región Eclesiástica si los obispos españoles aprueban, en la asamblea general prevista para abril, los estatutos de la nueva organización territorial. El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Asenjo, anunció ayer que el Comité Permanente de la CEE, reunido en Madrid desde el lunes pasado, había acordado incluir en el orden del día de esa asamblea de primavera la aprobación de los estatutos de la citada región eclesial.

Numerosos eclesiásticos catalanes, incluidos algunos obispos, aspiraban a que la jerarquía católica les concediera la categoría de Conferencia Episcopal, separada de la española, pero han de conformarse con la regionalidad, una satisfacción menor que también se ha retrasado durante años. La creación de esta nueva figura se produce en medio de una polémica sobre si el Papa debe nombrar siempre a catalanes para ocupar las sedes episcopales de la nueva región.

La Región Eclesiástica de Cataluña incluye a la archidiócesis de Tarragona y sus sufragáneas -Girona, Lleida, Solsona, Tortosa, Urgel y Vic-, y al arzobispado de Barcelona.