La Diputación de Álava acude a Arco con una selección del arte de los noventa

La década de los 90 en el Museo de Bellas Artes de Álava. Presente remoto es el título general bajo el que se presenta la Diputación en la feria. La muestra congrega 22 obras de 20 creadores, adquiridas por la institución foral durante los últimos diez años. La selección acoge tanto a jóvenes artistas como Ruiz de Infante, Ana Laura Aláez o Susy Gómez, como a figuras ya consagradas de la vanguardia, como Esther Ferrer o Eva Lootz.

De este modo, la muestra aspira a ofrecer un resumen de lo que ha sido el arte español en la última década, visto desde la colección del museo, que ha intentado recoger la variedad de las propuestas estéticas y la diversidad de los planteamientos conceptuales. Tampoco olvida la concurrencia de diferentes medios materiales en las obras, de la pintura a la fotografía, la escultura o la instalación.

La selección, realizada por Javier San Martín, profesor de la UPV y crítico de arte, quiere reflejar esa dislocación entre el tiempo y la consideración de la obra de arte.

Fractura cronológica

Como señala San Martín en el prólogo al catálogo de las obras que la Diputación ha comprado en este decenio: 'El vertiginoso suceder de los acontecimientos en el arte de los últimos años provoca en el espectador una fractura en la cronología: obras próximas, cercanas en el tiempo, aparecen situadas en un tiempo suspendido, remoto'.

De ahí que la muestra proponga una recuperación de esta última creación, con presencias a veces dispares que van desde Esther Ferrer o Paloma Navares, que representan la vanguardia más veterana, hasta los más jóvenes José Ramón Amondarain o Iñaki Larrimbe, pasando por Francisco Javier Tudela o Juan Luis Moraza, artistas que rondan los cuarenta años, edad dominante entre los elegidos.

Otros artistas seleccionados son Perejaume, Vicente Roscubas, Rogelio López Cuenca o Cristina Iglesias, todos ellos nombres reconocidos en la creación del último cuarto de siglo.

La representación alavesa en Arco contará este año también con la colaboración de siete alumnos de segundo ciclo de Historia del Arte de la UPV. Estos estudiantes participarán, junto con los técnicos del museo, en el montaje de la exposición y la atención al público en el pabellón. Además, podrán asistir a todas las actividades que se desarrollan alrededor de la feria. A cambio, los alumnos elegidos tendrán que realizar un trabajo relacionado con el arte contemporáneo.