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Reportaje:

El reflejo del Guggenheim

Javier Mariscal diseñará una fachada con 48 espejos para el nuevo hotel de lujo de Bilbao

'Delante tenemos un monstruo y hay que saber reflejarse en él'. El diseñador Javier Mariscal, autor de Cobi, la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona, aprovechará al máximo la cercanía del 'monstruo', el Museo Guggenheim, en la construcción del hotel de lujo de la cadena Silken en Bilbao. Su idea es habilitar una gran fachada acristalada, pero con 48 espejos de inclinaciones diferentes que refleje todo lo que hay en los alrededores: sobre todo el museo, pero también la Ría, el monte Artxanda o la futura área de Abandoibarra. Será una imagen fragmentada, a modo de postales, de la zona de moda de Bilbao.

Mariscal ha sido contratado para dar su toque singular a la rehabilitación de un edificio que hasta hace dos años fue la sede de los juzgados de lo Social de Bilbao, pero que antes albergó una industria, una imprenta y un local de oficinas. Bajo el tirón del Guggenheim, en 1999 la cadena Silken cerró la compra del edificio de 13.000 metros cuadrados de superficie, que se ha convertido en el sexto proyecto de nuevo hotel en Bilbao en el plazo de poco más de dos años.

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Mariscal diseña un hotel de lujo con el reflejo del Guggenheim en su fachada

Será el Grand Domine Bilbao, denominación en honor a un barco que atracaba en esta zona de los muelles de la Ría, y el objetivo es ofrecer un 'gran hotel con personalidad propia. Tenemos claro que la mejor suite del País Vasco estará en este Silken'. Palabras de Javier Campuzano, director del hotel Indautxu, propiedad de la misma cadena. La directa competencia estará unos metros más abajo, en otro hotel de lujo de la cadena Sheraton en Abandoibarra, ya en obras.

La fachada acristalada no será la única muestra de estilo diferenciado. Mariscal habló con generosidad de los detalles: 'El interior será un recorrido de los diferentes estilos del siglo XX. La cafetería está tratada dentro un estilo racionalista, de los años 40; el bar es orgánico, de los 60; el patio es conceptual, de los años 90 y la zona de desayunos está tratada dentro del llamado diseño italiano o estilo Milán, de los 80'. No es lo único en lo que se busca la singularidad. Las habitaciones no tendrán estructura similar de un hotel típico. 'Se romperá con el concepto de que sean iguales. Los baños serán transparentes con paredes de cristal para que entre la luz. Los pasillos tendrán colores fuertes y cada planta dispondrá de colores diferentes'. Y luego estará el gran atrio interior en forma de patio, donde se plantará un gran ciprés 'que no es verde, sino que está hecho de hojas de guijarros enlazados con cuerdas de metal'.

Tanta novedad ha reducido el espacio para habitaciones. Las 200 previstas inicialmente se quedarán en 145. La inversión también ha crecido y ahora se habla entre 1.200 y 1.500 millones de pesetas. La apertura puede igualmente demorarse, aunque la dirección quiere que se inaugure en septiembre. Los precios, orientativos, irán de las 40.000 pesetas de una habitación doble a las 20.000 de una individual. Sin duda, será de lujo.

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