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INVESTIGACIÓN | Un estudio vincula la sobrealimentación con la adicción

La asociación entre obsesidad y dopamina abre una nueva vía para el tratamiento

'Los resultados de este estudio indican que las estrategias dirigidas a mejorar el funcionamiento de la dopamina pueden ser beneficiosas en el tratamiento de las personas obesas', afirma el médico Gen-Jak Wang, del Laboratorio Nacional Brookhaven de EE UU, que ha dirigido el estudio. Científicos de este laboratorio han realizado un estudio extensivo para demostrar que la dopamina desempeña un papel importante en la adicción a las drogas. Entre otras cosas, han descubierto que las drogas adictivas aumentan el nivel de dopamina en el cerebro, y que los adictos tienen menos receptores de dopamina que los sujetos normales.

'Dado que el comer, como el uso de drogas adictivas, es un comportamiento fuertemente reforzador, que induce sentimientos de gratificación y placer, sospechamos que las personas obesas también podrían tener anomalías en la actividad cerebral de la dopamina', explica la psiquiatra Nora Volkow, otra de las autoras del estudio.

Para probar esta hipótesis, los científicos midieron el número de receptores de dopamina en el cerebro de 10 personas muy obesas y 10 controles normales. Su método consistió en aplicar a cada voluntario una inyección con un radiotrazador, un rastreador químico radiactivo diseñado para unirse a los receptores de dopamina del cerebro. A continuación, los investigadores hicieron un barrido del cerebro de los sujetos mediante un aparato de tomografía por emisión de positrones (TEP). El TEP recoge la señal radiactiva del contraste y muestra dónde se une a los receptores de dopamina del cerebro. La intensidad de la señal indica el número de receptores.

Así, los científicos hallaron que los obesos tenían menos receptores de dopamina que las personas de peso normal. Dentro del grupo de obesos, el número de receptores de dopamina disminuía conforme aumentaba el índice de masa corporal, un indicador de la obesidad. Es decir, a mayor obesidad, menor número de receptores.

'Es posible que las personas obesas tengan menos receptores de dopamina porque su cerebro está intentando compensar los niveles crónicamente elevados de dopamina, que se activan por un exceso crónico de comida', explica Wang. 'Sin embargo, también es posible que estas personas tengan un bajo número de receptores de dopamina desde el principio, y que eso los haga más vulnerables a conductas como la ingesta compulsiva de alimentos'.

Causa o consecuencia

Los investigadores señalan que, basándose sólo en este estudio, no pueden llegar a la conclusión de si los cambios cerebrales detectados son consecuencia o causa de la obesidad. También reconocen que la regulación del peso corporal es extremadamente compleja, y que incluye muchos mecanismos y neurotransmisores fisiológicos. Pero insinúan que encontrar formas de regular la dopamina en los obesos podría ayudar a estas personas a reducir su tendencia a comer en exceso. Desafortunadamente, muchas de las sustancias que se ha demostrado que alteran los niveles de dopamina son muy adictivas.

Sin embargo, el ejercicio, además de quemar calorías, es otra de las medidas con la que los obesos podrían estimular la satisfacción producida por la dopamina en los circuitos del placer, sugieren los investigadores. 'En otros estudios con animales se ha descubierto que el ejercicio aumenta la liberación de dopamina y el número de receptores de dopamina', afirma Volkow. Esto sugiere que los obesos podrían aumentar su respuesta a este neurotransmisor haciendo ejercicio en vez de comiendo.

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