Las constructoras españolas copan América Latina

Es difícil encontrar un país en América Latina donde no haya una valla o un rótulo con el anagrama de Dragados, Ferrovial, Acciona, FCC, OHL, Sacyr o ACS. Los seis primeros grupos constructores españoles, directamente o a través de sus filiales especializadas en la explotación de concesiones, copan buena parte de sus mayores infraestructuras. Facturan más de 200.000 millones de pesetas al año en estos mercados y disponen de una cartera internacional (proyectos adjudicados y no finalizados) que a finales de febrero del 2000, últimas cifras disponibles, ascendía a 1,6 billones de pesetas y que en una parte sustancial corresponde también a países del área. Su presencia en esta región, que contabiliza el 50% de su facturación externa y el 70% de su contratación internacional, según datos de Seopan, abarca aeropuertos, handling, ferrocarriles, transporte subterráneo urbano, puertos, puentes, autopistas y carreteras, presas y tendido eléctrico, desaladoras, factorías industriales, aparcamientos, infraestructuras y servicios medioambientales, edificios de oficinas y administrativos, hoteles y centros comerciales, hospitales, colegios, cárceles..., y en algun caso viviendas y complejos residenciales.

Latinoamérica está siendo pieza clave en los procesos de crecimiento, desarrollo tecnológico y diversificación de actividades y mercados de estos grupos. De hecho, y aunque está creciendo por encima de los dos dígitos, la actividad constructora tradicional pierde peso relativo frente a la actividad concesional en el conjunto de la rúbrica exportadora. Dragados y Ferrovial, desde hace dos años, son los dos primeros promotores de infraestructuras de transporte del mundo, según el ranking de Public Works Financing (PWF), y en parte deben tan distinguido puesto a Latinoamérica.

Este subcontinente, según explican en Necso (la filial que gestiona las concesiones de Acciona), 'resulta muy atractivo' por su enorme dimensión, que genera una demanda permanente de grandes infraestructuras. El elevado coste de estas infraestructuras ha hecho que los gobiernos las acometan con la ayuda financiera de organismos internacionales o recurriendo, en los últimos tiempos, a los contratos en régimen de concesión donde las empresas privadas asumen la financiación de los contratos y la posterior explotación de las obras. Las mismas necesidades se plantean en muchas de las ciudades de este subcontinente, extensas y muy pobladas, y muy deficitarias en infraestructuras y servicios. Las fórmulas de cofinanciación y asunción de la gestión de nuevas infraestructuras ha facilitado el gran despliegue y las excelentes perspectivas de negocio de los grupos constructores españoles en esta zona.

- Dragados, cuya facturación procede en un 30% de los mercados internaciones (casi la mitad de sus negocios en América Latina), ejecuta actualmente, de forma directa o asociada con otras empresas, una docena de contratos de envergadura. Entre ellos, una hidroeléctrica en Venezuela (100.000 millones de pesetas); el ferrocarril Bogotá-Santa Marca (50.000 millones); la ampliación de la autopista de acceso norte a Buenos Aires (36.000 millones), o la nueva terminal del aeropuerto de Santiago de Chile, terminada recientemente y que contaba con un presupuesto de 25.000 millones de pesetas. Además, directamente o a través de su filial Aurea, participa en la explotación de 12 aeropuertos en México y dos terminales aeroportuarias en Chile y Colombia; varias autopistas y carreteras de peaje en Argentina, Chile, Colombia, Puerto Rico y Ecuador, y un ferrocarril en Colombia. Dragados, que acaba de adquirir el 50% de Vía Engenharia, la novena constructora de Brasil, está precalificado o estudia la presentación de ofertas a los concursos para un arco de circunvalación de Santiago de Chile (270 millones de dólares); la autopista Highway 2000 (300 millones de dólares) y el aeropuerto de Montego Bay (105 millones de dólales), en Jamaica; y la autopista General Cañas (85 millones de dólares), en Costa Rica.

- Ferrovial, que facturó el año pasado en el exterior 166.000 millones de pesetas (el 30% del total) y que cuenta con una cartera internacional de construcción de unos 175.000 millones de pesetas, construye hoy, entre otras infraestructuras relevantes, varias autopistas en Chile y Colombia y el complejo hospitalario privado más importante de Latinoamérica (5.400 millones de pesetas), en Uruguay. En concesiones de infraestructura de transportes, con un total de inversión comprometida (valor en libros) de 210.000 millones de pesetas (el 28% en Latinoamérica), gestiona en la región, a través de su filial Cintra, siete autopistas en Chile y Colombia, nueve aeropuertos en México y uno en Chile, aparcamientos y unas 3.000 viviendas.

- Acciona. El 30% de la facturación de Necso, la cabecera de su división de infraestructuras, procede de estos mercados. Entre otras obras, está construyendo factorías para Volkswagen, Renault, Mercedes Benz y General Motors, en Argentina, Brasil y México; pistas y terminales aeroportuarias (Jamaica y Honduras); ferrocarriles (Venezuela y Colombia) y numerosas obras hidráulicas y autopistas.

- FCC lleva 20 años en esta región, donde ha realizado todo tipo de infraestructuras. Sus principales obras en ejecución son el aeropuerto chileno Arturo Merino Benítez (24.000 millones de inversión y participación en un consorcio para su gestión durante 25 años); una terminal del aeropuerto de Santiago de Chile, un centro penitenciario para 1.500 reclusos en Argentina, un puente en la República Dominicana y una estación de bombeo en Puerto Rico.

- OHL cuenta hoy con un montante de obra viva en Latinoamérica de 86.500 millones de pesetas. Facturó en la región 12.500 millones en 1999, 20.000 millones en 2000 (sobre una cifra total del grupo de 295.000), y su objetivo es aumentar en un 31% sus ventas en la zona en 2001. Construye y gestiona autopistas y aparcamientos en Brasil, Argentina, Chile y México y desaladoras en México y Chile.

- ACS. Del total facturado por este grupo en 1999 (450.000 millones de pesetas), el 15% se contrató en el exterior y buena parte de este porcentaje en Latinoamérica. Entre otras obras, ha realizado la autopista Santiago-Valparaíso, en Chile, y el suministro eléctrico de alta tensión en el sur de Perú.

- Sacyr. Su gran apuesta es Chile, donde cuenta con varias filiales y ejecuta y explota en consorcio con otras compañías varios tramos de autopista en la Ruta 5, la principal red vial del país, y la Red Vial Litoral Central.