Los alumnos de un instituto de Sevilla reclaman más seguridad ante la Delegación de Educación

Casi todos los alumnos del instituto sevillano Azahar conocen de vista a los jóvenes, a veces niños de apenas diez u once años, que desde principios de curso les acosan y agreden durante los recreos o a la salida de clase. Ayer, cansados de que las autoridades hagan caso omiso a sus denuncias, se plantaron ante la Delegación Provincial de Educación para pedir que un agente de seguridad custodie el centro. No lograron que les atendiera la delegada de Educación, Nazaria Moreno, pero dejaron sus quejas por escrito con la promesa de que ésta les responderá la próxima semana.

Los alumnos, padres y madres del Instituto de Enseñanza Secundaria Azahar de Sevilla coinciden en que los jóvenes que tienen atemorizados a esta comunidad educativa no pertenecen al centro. 'Vienen de fuera y se saltan la valla del instituto o esperan en la puerta para insultarnos y pegarnos', asegura Dolores Fabián, estudiante de 4º de ESO y portavoz de la Asociación de Alumnos Con Voz Propia.

'A veces los que pegan tienen diez años, pero detrás de ellos hay otros mucho mayores', cuenta Dolores. 'Como sabemos quiénes son, muchas veces se forman corros de alumnos que se paran a mirar, pero que no se atreven a ayudar porque tienen miedo. Y eso les motiva todavía más para seguir con la pelea'.

La última agresión, la que desencadenó la protesta de ayer ante la Delegación de Educación, se produjo el pasado lunes. La familia del alumno agredido no ha querido denunciarlo ante la Policía por miedo a represalias.

El primer objetivo de los alumnos es conseguir que la Delegación les asigne un vigilante de seguridad al menos durante los recreos y a la entrada y salida del centro, aunque María Dolores Reyes, presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos, reconoce que esta medida se queda corta porque las agresiones ya se han extendido del centro escolar al resto del barrio.

El Instituto Azahar está situado en la avenida de la Barzola, en una zona reconocida como socialmente desfavorecida. 'Hace dos años se nos prometieron una serie de talleres y actividades extraescolares para integrar a los chicos de la zona y evitar conflictos, sin embargo, todo se quedó en una idea electoralista que creó expectativas, pero que nunca se desarrolló', asegura un profesor del centro.

La concentración de ayer reunió a casi 200 de los 640 alumnos que tiene el instituto. Una comisión de alumnos, padres y profesores intentaron que les recibiera la Delegada de Educación, Nazaria Moreno, pero sólo consiguieron entregar por escrito sus protestas con la promesa de que la delegada las estudiará. Si en una semana no han obtenido ninguna respuesta, los alumnos volverán a concentrarse.