Cuatro presidentes africanos lanzan un 'Plan Marshall' de autoayuda

Ayúdate a ti mismo. África ya no cree que la solución a sus enormes problemas vendrá de fuera. Tarde, tras reconocer que ni el crédito ni la ayuda exterior han funcionado, los presidentes de Suráfrica, Nigeria, Senegal y Tanzania presentaron ayer en Davos las primeras ideas para un Plan de Recuperación de África, que ha de partir de los propios esfuerzos africanos. África ha sido uno de los protagonistas de esta edición del Foro Económico Internacional. Para el surafricano Thabo Mbeki, hay una 'falla estructural' que hay que colmar.

África, se ha comentando en otros debates en Davos, no está globalizada. Pero quiere estarlo y ya no puede confiar en la ayuda exterior, sino sacarse a sí misma del marasmo. El Plan del Milenio, en elaboración, contempla lograr una mayor estabilidad en términos políticos, de derechos humanos, de democracia y paz, reconociendo, como otros participantes en Davos, incluido Jeffrey Sachs, que las grandes mejoras se han dado en aquellos países que han vivido transformaciones políticas positivas hacia una mayor democracia.

Tanto occidentales como africanos rechazan la idea de un Plan Marshall para África, pues el original estaba, como señaló el senegalés Abdoulaye Wade, destinado a reconstruir países cuyas infraestructuras habían sido destruidas, y en África no existen siquiera. Fundamentalmente, el plan se propone dos tareas centrales: colmar el inmenso retraso en materia de infraestructuras y en educación. Wade, que reconoció que 'la lógica del desarrollo en África ha sido un fracaso', propone la creación de una autoridad mundial que se encargara de impulsar las infraestructuras y la educación en África, transfiriéndole los recursos actuales y sumando otras posibles fuentes de financiación, aunque no tomaran la forma de préstamos o donaciones clásicas, sino al estilo de los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional. El tanzano Mkapa se mostró especialmente abierto a la posibilidad de privatizar estas nuevas grandes obras y a impulsar un espíritu emprendedor entre los africanos.

Lo que sobresale de las declaraciones de africanos en Davos es que África necesita resolver en común problemas comunes, aunque cada país tenga sus especificidades. La lucha contra la malaria, el sida y otras enfermedades requiere medidas comunes, y, como dijo un importante dirigente, que los laboratorios acepten también la posibilidad de enviar medicamentos genéricos a África.

En el terreno digital, se ha creado un comité de ministros africanos de Comunicaciones, pero en este terreno Mbeki reconoció que muchos países no tienen siquiera la capacidad de elaborar propuestas u opinar sobre los marcos regulatorios internacionales. Todo ello, cuando uno de los temas centrales de Davos es cómo superar la 'brecha digital'. También piden los africanos una apertura de los mercados occidentales, y especialmente el fin de las subvenciones agrícolas en los países desarrollados, aunque reconocen que sus industrias no se pueden abrir de golpe a la competencia porque desaparecerían.

[Los violentos choques registrados desde el pasado viernes entre opositores y fuerzas policiales en el archipiélago autónomo de Zanzíbar (Tanzania) se han cobrado ya 37 muertos y numerosos heridos, según informa la agencia Reuters. En Pemba, la menor de las islas, se registraron 24 muertos cuando la policía efectuó numerosas detenciones y apaleó a los manifestantes.]